Silvina Batakis será la nueva ministra de Economía de Argentina. El gobierno que encabeza Alberto Fernández ha llegado a la conclusión de que esta política peronista es la mejor candidata posible para ocupar un cargo que hasta ahora venía ejerciendo Martín Guzmán, cuya renuncia ha generado un gran revuelo en el seno del Ejecutivo.
A priori, la composición del gobierno la determine el presidente Fernández. Sin embargo, lo cierto es que, en la práctica, el mandato depende de su vicepresidenta, la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner, quien llevaba meses expresando sus diferencias con Guzmán, cuya carta de renuncia incluyó un llamado a forjar “un acuerdo político dentro de la coalición gobernante” que permita “centralizar los instrumentos de política macroeconómica”, poniendo fin a las diferencias entre Fernández y Kirchner.
La situación del país no puede ser más delicada. En los cien últimos años, el aumento anual medio de los precios ha sido del 105%. Y, en mayo de 2022, la inflación fue del 60%, diez puntos más que en abril. Las agencias de calificación ya han alertado de que Argentina va camino de una nueva quiebra soberana, especialmente tras un demoledor estudio en el que Moody’s habla explícitamente de un futuro cercano en el que la inflación rebasará el umbral del 100%, desencadenando “una recesión enorme” y “un shock muy grande”.
Semejante panorama debería haber animado al gobierno a tomar medidas ortodoxas que embriden el galopante déficit público y contengan la subida de precios generada por un escenario de whole descontrol en el gasto de las Administraciones, pero el peronismo se ha encerrado en sí mismo y ha confiado el ministerio de Economía a Batakis, una dirigente vinculada al ala radical de la izquierda argentina.
En opinión de Batakis, “la pobreza hay combatirla con un Estado que planifique e intervenga”. Como titular de Economía de la provincia de Buenos Aires, se encargó de desarrollar y endurecer el Impuesto a las Herencias. De igual manera, se ha manifestado a favor de “aumentar los ingresos por impuestos, ampliando el espacio fiscal”. Y, en lo referente a la subida de los precios, ha descartado la dolarización y ha anotado que “sería muy ingenuo pensar que vamos a reducir la tasa de inflación a un dígito, porque este es un tema de larga tradición en Argentina”.
Preguntada por el cepo cambiario y las restricciones que enfrentan los argentinos para convertir su moneda en dólares de manera authorized, Batakis se ha mostrado crítica con quienes, por ejemplo, realizan estas operaciones para salir de viaje a otros países, denunciando que el turismo “colisiona” con la generación de puestos de trabajo y apuntando que, “cuando uno hace compras en el exterior que tendrían que haber ido al sector productivo nacional, está dañando el futuro de los argentinos. Todas las personas tienen derecho a las vacaciones, pero nosotros tenemos que administrar las reservas para que el país crezca. Y vamos a tomar todas las medidas para que esas reservas se vuelquen a los sectores productivos”. En este sentido, abogó por limitar el canje de moneda para quienes salen a hacer turismo fuera y propuso “invitar a que conozcamos más nuestro país”.
¿Habrá giro pragmático?
Dicho esto, parece que Batakis es consciente de que hereda un auténtico desastre macroeconómico y, precisamente por eso, ha enviado algún mensaje más pragmático tras su nombramiento. Por ejemplo, ha señalado que “equilibrar las cuentas públicas es necesario para mejorar la vida de las personas”, que “hay que avanzar rápidamente con la reducción de los subsidios, salvo para quien más los necesita” o que “es importante recuperar competitividad”.
De igual modo, y ante la possible quiebra soberana que enfrenta el país, Batakis reconoció que tiene previsto “hablar con el Fondo Monetario Internacional para ver el acuerdo que tenemos que cumplir. Aunque haya tensiones, tenemos que trabajar de manera conjunta, haciendo algunos ajustes, pero buscando que se cumpla lo pactado”.
” Fuentes www.libremercado.com ”