Las Islas Baleares son uno de los destinos predilectos a la hora de planificar un viaje. Y pesar de que sus lugares más conocidos pueden llegar a estar algo masificados, aún quedan algunos secretos por descubrir. Desde calas escondidas hasta pequeñas islas, recorremos el archipiélago huyendo de las aglomeraciones.
Cala en Basset (Mallorca)
Las aguas turquesas de Cala en Basset quitan el aliento. Este pequeño enclave del oeste de Mallorca fue utilizado antiguamente por los piratas por su localización escondida, y a día de hoy nos ofrece un baño entre rocas con la isla de La Dragonera completando la postal. Pero llegar hasta este paraíso virgen no es fácil: las dos únicas opciones son navegando o haciendo una excursión de dos horas.
Isla del Aire (Menorca)
Una ruta muy standard en Menorca es la que recorre todos sus icónicos faros, pero entre ellos, hay uno al cual nos costará más llegar. Se trata del faro de la Isla del Aire, un pequeño trozo de tierra situado enfrente de Punta Prima. Podemos descubrir la isla desde la superficie, pero también a través del rico fondo marino que la rodea y hacer alguna ruta submarina en la zona.
Punta Galera (Ibiza)
Uno de los lugares donde aún se puede disfrutar del silencio en la isla de Ibiza es Punta Galera. En este paisaje rocoso del oeste ibicenco nos ofrece desde un relajante baño en aguas cristalinas hasta altas terrazas de piedra desde donde lanzarnos al mar. Además, uno de los mejores momentos para disfrutar de Punta Galera es atardecer, cuando el sol se funde con el Mediterráneo en un espectáculo naranja.
Cala de Es Ram (Formentera)
Llegar hasta la Cala de Es Ram no es sencillo, pero vale totalmente la pena. Encontramos este pequeño trozo de edén en la costa sur de Formentera y para acceder hasta él tendremos que seguir alguna ruta de senderismo y bajar unas escaleras de roca si queremos disfrutar de sus tranquilas aguas
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” Fuentes www.20minutos.es ”