El Refugio Castillo del Viento es un sueño hecho realidad. En los parajes tranquilos de Oicatá (Boyacá), alejados del ritmo frenético de la ciudad, pero cerca de Tunja y a dos horas de Bogotá, se levanta entre verdes colinas este concepto de hotelería y salud, de desconexión y tranquilidad absoluta.
Es el sueño que construyó Fredy González, physician en medicina biológica, regenerativa en antienvejecimiento y ortomolecular, luego de vivir experiencias y viajes en hoteles y spas de Asia, Suramérica, Europa y otros lugares del mundo, en donde el concepto de bienestar es una religión.
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“El refugio es una experiencia que promete desconexión, tranquilidad, paz, descanso y conexión con la naturaleza. Una vivencia en la que cada detalle y el alto nivel de servicio se complementan con un ambiente relajado y suculenta gastronomía”, asegura González.
Son 30.000 metros cuadrados con áreas verdes, árboles nativos y una construcción que semeja un antiguo castillo de piedra, con grandes portones, balcones y ventanales que resguardan las habitaciones, los restaurantes, el foyer bar y el spa. Un espacio diseñado para ofrecer rituales de agua y circuitos hídricos y de relajación con lechos de ocio, jacuzzi, tinas ancestrales, sauna, turco y cabina de masajes.
Las habitaciones bautizadas recámara del rey, aposentos de la reina, morada de la doncella y refugio de la duquesa están decoradas en tonos ocres, rosados y verdes. Allí prima la madera, los linos importados y facilities franceses.
El resort abrió sus puertas en el 2010, y durante la pandemia, como muchos prestadores de servicios turísticos, hizo una pausa, para volver a abrir este año, con instalaciones actualizadas, nuevos espacios y conceptos de bienestar.
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El castillo ofrece un enfoque wellness (de bienestar) para quienes buscan salud, equilibrio, steadiness en su organismo o reducción de peso. “Nos apoyamos en terapias, cuidamos especialmente la alimentación y el ejercicio, con tratamientos de relajación, balance de energía, detoxificación profunda, equilibrio ortomolecular, dirigidos médicamente”, explica González.
Los planes son Refugio (2’200.000 pesos noche por pareja), diseñado para que la pareja viva todos los espacios del castillo; Romántico y el Actual con cena en La Cava, una experiencia muy unique, única e inolvidable.
Para grupos familiares o amigos, se puede alquilar el castillo con todo el employees, con actividades dirigidas como cata de vinos, cursos de cocina, eventos culturales o deportivos, o recorridos en bicicleta, con acompañamiento.
“Como referente de la hotelería boutique del país, conquistamos a nuestros huéspedes, con planes para que disfruten de todos los espacios y experiencias, trato personalizado, la comida sana y el buen vino”. No en vano, el eslogan del Castillo del Viento es: ‘Lo difícil no es llegar, lo realmente difícil es tener que partir’.
Informes: celular 311 8378241 – hotelcastillodelviento.com/
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” Fuentes www.eltiempo.com ”