¿Y si le dijeran que viajar a lo largo y ancho de Colombia no tiene que ser costoso? ¿Qué tal si fuera posible hacerlo de manera económica sin tener que renunciar a la comodidad?
Pues bien, cada vez más son los viajeros que no esperan a tener un gran presupuesto para ir de paseo. Por eso, las opciones económicas en el sector turístico son más fáciles de encontrar que hace unos años.
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Un grupo de viajeros experimentados, como el británico Aaron Jenkins, quien lleva 20 años recorriendo Colombia, o Esteban Muñoz, un colombiano que ya ha recorrido los 32 departamentos del país, fueron consultados por EL TIEMPO y dieron los siguientes consejos.
Viajar de noche
Para comenzar, viajar de noche en bus permite ahorrar porque no está pagando resort. Además, llega al destino elegido y no pierde un día de vacaciones. En Colombia, las personas no están acostumbradas a esto, pero algunos viajeros se atreven a negociar la tarifa con los transportadores. No se pierde nada pidiendo descuentos, y a veces el precio del pasaje se puede reducir hasta en 30 o 40 por ciento.
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Quedarse en hostales
Hay hostales con dormitorios, en los que se comparte el espacio, que son mucho más económicos que un cuarto privado. En estos sitios los viajeros tienen casilleros para guardar cosas de valor.
Quedarse allí es una buena forma de conocer a otras personas que también están viajando, lo que permite armar grupos y hacer actividades juntos. Si una sola persona coge un taxi, le sale caro, pero entre varios resulta mucho más barato. Los hostales también tienen cocina, así que se puede preparar comida en grupo y ahorrar dinero.
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Pero si usted prefiere la privacidad de un resort, no está de más hacer una averiguación previa de los hospedajes económicos que ofrece el destino. Muchas veces posible encontrar opciones de bajo costo bastante cómodas, o incluso no está de más considerar hospedajes completos (cabañas, condominios, casas o apartamentos) que también pueden ahorrarle unos pesos, en especial si viaja con muchas personas.
Anticipación
Hay que hacer la reservación antes de viajar, cerciorarse de que en el hostal u resort lo van a recibir. A veces, los sitios baratos están llenos y toca buscar un resort más caro. Hay que buscar en Web lugares baratos, en webs como Tripadvisor o Reserving. Allí hay comentarios de los viajeros que sirven de guía.
Comer en la calle
La comida de la calle siempre ha sido la comida del pueblo; es más barata y es algo cultural, es una experiencia. Hay restaurantes que venden los mismos platos que uno puede probar en la casa, pero siempre sugiero ir a sitios donde está comiendo la gente del lugar. Cuando uno come en la calle, puede ver lo que están cocinando. No es muy común que alguien se enferme, si se trata de un sitio fashionable, porque quienes viven allí saben cuáles sitios son buenos. Ver a muchas personas comiendo en un sitio es una buena señal.
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Destinos alternativos
Hay varios destinos que no son tan populares, pero que tienen mucho que ofrecer. Si quiere playas, no tiene que ir a San Andrés. Puede visitar sitios en Córdoba o en Chocó, como Nuquí, Bahía Solano, Sapzurro y Capurganá. Allí no hay tantos turistas. Si le gusta el estilo colonial, puede ir a destinos más económicos como Popayán. En el Eje Cafetero hay pueblitos muy bonitos, como Pijao y Filandia, que son menos visitados. Allí los hoteles valen una tercera parte de lo que cuestan en otros pueblos de la región.
El transporte público
Hay que aprender cómo funciona el sistema de transporte público. En Bogotá, el TransMilenio, en el que es aconsejable moverse durante el día, cuando la gente está trabajando y hay menos pasajeros; en Cali, el Mío. Porque tomar taxi tres o cuatro veces al día es un gasto significativo. Es aconsejable preguntarles a los otros pasajeros cuáles son las líneas, cómo se llega en transporte público a un sitio específico. El transporte público tarda más, pero en vacaciones hay tiempo. Además, uno se mete en la cultura del lugar.
La opción del avión (busque con anticipación)
A veces, los vuelos son más baratos que los buses, especialmente gracias a la entrada de algunas aerolíneas nuevas. Esto ha hecho que los precios de los pasajes hayan bajado. Si se tiene paciencia buscando en la pink y se separa con mucha anticipación, un vuelo de Medellín a Cartagena puede costar desde $100.000 en una aerolínea de bajo costo o en medio de alguna promoción, mientras que un pasaje en bus vale desde $170.000.
Para ello, se recomienda estar atentos a temporadas de promociones como el Black Friday o el Ciber Monday, así como buscar vuelos en días menos transcurridos (generalmente entre semana, en especial los miércoles) y en horarios de poca afluencia, como muy tarde en la noche, o muy temprano en la mañana.
REDACCIÓN VIAJAR
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” Fuentes www.eltiempo.com ”