Nadie quiere adquirir ninguno de los chalés abandonados que están al closing de la calle Gloria Fuertes del barrio mirandés ElCrucero. Según se publicó en el Boletín Oficial del Estado, las viviendas salieron distribuidas en cinco lotes para una subasta judicial en vía de apremio a finales de 2021, pero no hubo ni una sola puja por ellas. El precio para comenzar a competir por cada inmueble estaba entre los 216.000 euros y los 239.000, en función del tamaño de la casa. Dentro de las que poseen unas dimensiones relativamente menores se encuentra la que todavía acoge a unos okupas, es decir, la que recibió el impacto de un cóctel molotov en el mes de mayo.
Los dos chalés más caros, según la tasación, hubieran costado 480.000 euros en su origen. Por su parte, los tres restantes estaban valorados en 430.000 euros. Ahora, a juzgar por su estado, difícilmente podrían alcanzar esas cuantías en una venta. En cualquier caso, a los vecinos de la zona no les preocupa el mero hecho de que estén descuidados, sino que temen los problemas de seguridad que acarrea la okupación. Sobre ello comentan que los dueños deben poner alguna medida para que nadie pueda entrar en esos inmuebles y, ni mucho menos, asentarse en ellos.
No obstante, el mayor inconveniente que deben encarar se resume en que, hasta ahora, desconocían a quién pertenecen estos domicilios. Según ha podido saber este Diario, los titulares de los cinco chalés son dos empresas vinculadas con el sector de la construcción. De hecho, se trata de las mismas que firmaron las escrituras en 2007 y no terminaron las obras. Una está vinculada con la ciudad delEbro y se denomina Nova Promociones Miranda. La otra tiene sede en Vitoria y recibe el nombre de Servicios Lanjar.
Ahora bien, la situación authorized en la que se hallan las viviendas resulta tan compleja como la tarea de buscar quienes son los dueños. El 31 de agosto de 2007 se firmaron las escrituras y, desde entonces, las casas aparecieron en los registros como «obra nueva en construcción». Tiempo después, cuando estaban prácticamente terminadas, se dejaron de lado y jamás salieron a la venta por métodos ordinarios, según recuerdan los vecinos de El Crucero. Más tarde, durante el mes de septiembre del año 2013, la Sareb -conocida coloquialmente como el ‘banco malo’- asumió a su favor la hipoteca que tenían los propietarios y, llegado el 2018, abrieron un procedimiento de ejecución hipotecaria, seguido en el Juzgado de Miranda.
En el presente ejercicio, 2022, los cinco chalés siguen objetivamente bajo la propiedad de sus titulares originales, aunque la Sareb trata de embargarlos. Contactar con las empresas que firmaron las escrituras se antoja, cuanto menos, una quimera. Así, los vecinos tienen muy complicado exigir responsabilidades y pedir que coloquen cámaras o ladrillos en las entradas para evitar sustos.
El incidente vivido a finales de mayo, cuando unos vándalos trataron de incendiar la única vivienda okupada, hizo que aumentara la preocupación. Por aquel entones, se llegó a acusar a los ‘inquilinos’ de que vendían sustancias estupefacientes. No obstante, los propios moradores del inmueble abandonado negaron esos cargos y adelantaban que su pretensión period abandonar las casas tan pronto como pudieran. A día de hoy, todavía no han dejado el lujoso bloque. Eso sí, mantienen su objetivo intacto y desean marcharse según les resulte posible. Por el momento, aguardan una oportunidad laboral o una opción en el mercado de la vivienda que esté en concordancia con sus ingresos.
CARGAS. Según consta en los registros del Ministerio de Justicia todas estas viviendas de El Crucero tienen cargas similares. Es más, las que tienen el mismo valor, poseen cargas idénticas. Por ejemplo, las dos más grandes se sostienen sobre una hipoteca a favor de Sareb en garantía de 380.000 euros de principal, 230.000 euros de intereses ordinarios, más de 90.000 euros de sanción por demora, casi 20.000 euros relacionados con las costas y, todo ello, excluyendo los gastos ocasionados en estos años.
” Fuentes www.diariodeburgos.es ”