He publicado varias veces el siguiente relato que hoy viene a colación por el triunfo estupendo acaecido en la presidencia de Colombia, el domingo pasado, 19.6.2022. Felicidades, presidente Gustavo Petro.
En el año 2009 estuve en Bogotá para la presentación de mi libro “Memorias de un Delfín”, gracias a Laura Emilia Pacheco, hija de mis amigos Cristina y José Emilio Pacheco. Conocí a un colombiano culto con el que tuve la siguiente conversación reveladora de lo que en realidad sucedía en Colombia:
-“Fue allá por el año de 1966, a mitad de la guerra de Vietnam que duró de 1958 a 1975 y ya no sabían ni qué inventar para pararla…
-Ni con el napalm, intervine, que producía la Monsanto, fabricante de transgénicos que ya se engulló campos argentinos, uruguayos y brasileños y que en México quiere desaparecer los maíces genuinos para imponer el suyo.
-Bueno, pues le contaba que un día llegaron aquí los gringos a comprar por un pedazo de pan los Llanos Orientales, una planicie de 250 mil kilómetros cuadrados, muy rica, de clima fresquito en que se cultivaba de todo y bien. Ahí junto a la Sierra de la Macarena montaron muy pronto los galerones en donde enseñaron a los agricultores pobres, que no se habían ido por la compra, a hacer cocaína con la hoja de coca, que no es lo mismo ¿sabe?
-Sí, lo sé. En 1991 publiqué mi libro “La Guerra de las Drogas”, inventada por Richard Cheney, también inventor de la guerra de Iraq.
-¿Y ese libro de Iraq lo trajo?¿ por eso vino a la Feria?
-No, ya le dije que traje uno nuevo que no tiene que ver con esto. Lo presenté ayer viernes en el Pabellón de México o mejor dicho lo presentó muy bien el escritor colombiano, Arturo Guerrero. Le estoy agradecida,Pero mañana me voy y no me quise ir sin conocer la ciudad por eso hoy me vine de pinta. Me escapé de oír a un historiador (Krauze) de la TV mexicana que habla pestes de Chávez para agradar al presidente Álvaro Uribe y a los gringos que van poner más bases aquí. Están encantados con él.
-¿Y a usted no la invitaron a alguna universidad con el tema de periodismo?
-Al principio sí, a participar en una mesa redonda. Pero luego me dijeron que siempre no e invitaron para el siguiente fin de semana una periodista professional gringa, simpatizante (Dresser).
–¡Cuánto lo siento, dijo él!
-Yo no. Mire, los gobiernos de Colombia y de México hoy (period tiempo del ladrón Felipe Calderón) son muy derechistas, ambos al servicio de los gringos. Y no me puedo callar. Les hubiera quizás dicho sus frescas (risas de ambos). Y por otra parte, no me interesa de momento el libro político. Ahora estoy impulsando mis novelas, cuentos, relatos de viajes (…)
-Pues sí como le cuento, empezó todo en Medellín y Cali en los años 1960, dijo seriamente, retomando su experimentada visión de esa historia colombiana. Una vez que compraron baratos los Llanos Orientales, los gringos construyeron aeropuertos. Trajeron mucha maquinaria y transportes terrestres. No tenían ni que ir a Bogotá, ni pasar aduana, ni nada. Aterrizaban directamente en los Llanos. Y empezaron a sacar mucha cocaína para los soldados de Vietnam. Sólo así los controlaban.
-¿Y no les decía nada el gobierno colombiano por los aeropuertos?
-Al principio los tenían tapados con ramas, pero el gobierno estaba de acuerdo.
Esperábamos subir al teleférico que lleva a la cima del cerro de Monserrate, junto al cerro de Guadalupe, dos sendas montañas, al borde mismo de modernas avenidas, cerros cubiertos con variedad de pinos que, según mi interlocutor, fueron importados por Colombia desde el siglo XVIII. Admirable la preciosa jardinería y vegetación de todos colores alrededor de la fuente cantarina de la que arranca el carro volador a la importante altura de la ciudad, a de 2 mil 640 metros, de altura, para subir por encima de las copas de los árboles otros 500, hasta llegar a los 3 mil 130 metros.
-Así fue, suspiró el hombre, ellos empezaron la fabricación de cocaína en Colombia, ellos inventaron a los narcos y ahora resulta que someten a los países que los dejaron entrar.
-¿Y qué piensa, le pregunté de las bases impuestas ahora? Estaba leyendo que muchas familias no están de acuerdo con esa nueva ocupación, porque como en cualquier territorio ocupado los gringos han dejado aquí muchas embarazadas y en la embajada ni las reciben cuando van a quejarse. También oí que en el congreso no dejaron hablar a una chica que a los 14 fue violada por dos soldados, que presentó un legislador de oposición.
-Tendremos bases “colombianas” con aviones, radares, soldados y agentes de la CIA con alta tecnología militar y de espionaje. Y soldados impunes, como en todo el mundo, violando y embarazando a nuestras niñas. Pero la señora Clinton cube que la presencia no será para siempre, que sólo quieren cooperar en el combate contra los terroristas, o sea las FARC, (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y contra los narcotraficantes. Y es que se les acabó el contrato de una base en Ecuador y el presidente Rafael Correa no lo renovó y ahora hay un presidente ecuatoriano aunque se llama Lenin es Neoliberal.
Y terminó así mi amigo
– El arrodillamiento de nuestro presidente Uribe es muy humillante y peligroso… Y con sus antecedentes peor aún… ¿No los conoce?
-He leído algo sobre eso, pero ¿qué tan cierto es?
-Pregunte a la Universidad de Washington.
Me dejó un artículo sobre las bases militares y una copia de Web de la dicha universidad, fechada en Agosto de 2004, referente al Nationwide Safety Archive, grupo de investigación no gubernamental con sede en la Universidad de Washington (EU) que decía: “Antiguo senador y actual presidente de Colombia, Sr. Álvaro Uribe, fue enlace y cercano amigo personal de Pablo Escobar”.
” Fuentes www.elsiglodetorreon.com.mx ”