Frente a las costas de L’Estartit, en Girona, el horizonte marítimo se ve interrumpido por un archipiélago de aguas cristalinas y ricos fondos marinos que hacen las delicias de los buceadores. Se trata de las Medas, siete islotes protegidos con una diversa fauna y flora que nos brindan un destino perfecto para el turismo activo.
Una de las reservas marinas más importantes
Las islas Medas forman parte del Parque Pure del Montgrí, las islas Medes y el Baix Ter y “constituyen una de las reservas de flora y fauna marinas más importantes del Mediterráneo occidental”, tal y como señalan desde la web de turismo de Toroella y L’Estartit. Y es que los proyectos de protección de la zona han posibilitado la recuperación de su medio tanto terrestre como acuático.
En la superficie, al no contar con habitantes, carreteras ni otro tipo de infraestructuras más allá de un faro, los animales y la vegetación campan a sus anchas. De esta manera podemos encontrar gaviotas de patas amarillas, garcetas, cormoranes, halcones peregrinos, así como una inmensa variedad de insectos. Es en la isla principal, bautizada como Gran Meda, donde encontramos ese único edificio: el Far de la Meda.
El paraíso de los buceadores
Pero es en las profundidades de las islas donde encontramos la verdadera magia del lugar. Aquí los amantes del esnórquel y el submarinismo encontrarán aquí su paraíso, y es que su fondo marino está ricamente poblado por algas, posidonias, corales, estrellas, pulpos y langostas, y como no peces de todos los colores.
Las distintas profundidades de la zona permiten inmersiones para todos los niveles, tanto para profesionales como para los que se inician en este deporte. Entre los lugares más interesantes para sumergirse destacan las muchas cuevas y túneles que se adentran en sus escarpados acantilados, como por ejemplo la cueva de la Vaca, la de la Sardina, el Dofí Nord o el túnel de la Pedrosa.
Asimismo, en la zona encontramos algunos restos de naufragios que nos brindan un paisaje subacuático aún más curioso. Uno de ellos es el Reggio Messina, hundido en 1991, la mayor embarcación de la Costa Brava que se puede visitar buceando.
Cómo llegar a las islas Medas
Desde el puerto de L’Estartit parten los barcos que nos llevarán a hacer las diferentes rutas de submarinismo, organizadas por centros de buceo como El Rei del Mars, Unisub o Medaqua. Otra forma de disfrutar de ese mundo marino es a través de una excursión con un barco con fondo de cristal que nos permite disfrutar del espectáculo sin ni siquiera mojarnos, como la que ofrece la empresa Nautilus.
” Fuentes www.20minutos.es ”