Pero si hablamos de rasgos estéticos definitorios, el shade es, sin duda, el sello de identidad de Gordon. “También dedico mucho tiempo a escoger la tonalidad exacta que busco de cada color. Quiero que los amarillos sean muy amarillos, los rojos muy rojos y los azules muy azules”, explica entusiasmado. “De hecho, cuando encuentro el definitivo, no me importa mantenerlo a lo largo de varias temporadas”, continúa. Quizás por eso no sorprende que, de nuevo, las combinaciones entre rojo y rosa –su favorita– o amarillos y azules vuelvan a estar presente en esta propuesta Resort 2022. Y es que, al igual que ocurre con su reinterpretación de la icónica camisa blanca Herrera (que en esta ocasión se convierte en un divertido vestido estilo esmoquin o un prime con capucha integrada de popelín blanco inmaculado), Wes ha dado con ciertas teclas que disfruta tocando y retorciendo, extrayendo nuevas concepts con cada nueva temporada.
Y eso que también aquí queda espacio para la experimentación. Ya que, tal y como él mismo desgrana, si hay algo en lo que ha querido arriesgar para la presentación de esta colección Crucero 2022, es con la suavidad. “Buscaba menos construcción y más drapeados que se moviesen alrededor del cuerpo”, apunta. “Las pasadas temporadas hemos tenido piezas increíbles muy escultóricas, pero de cara a la primavera y también a esta colección Crucero, buscaba más ligereza. De ahí que haya tules, georgettes y nos hayamos centrado mucho en eliminar piezas de la estructura interior. En general, hemos creado piezas sencillas que solo necesitan un buen pendiente y un poco de brisa para conseguir que estés fabulosa”, asegura. Y todo, pese a que, advierte, la esencia más pura continúa intacta: “Esto es la Casa Herrera, ¡todavía necesitamos drama! No somos una casa minimalista, por eso cuando algo parece sencillo, sigue contando con un efecto dramático muy marcado”.
” Fuentes www.vogue.es ”