15.06.2022
Félix Oliva López | @FelixOtwitts
Las agencias de viaje recuperan ritmo de presupuestos y detectan ganas de viajar, pero se buscan destinos alternativos o se recortan días ante el aumento de precios, de mínimo un 10% por la subida de hoteles, carburantes e inflación.
Gasolina, hoteles e IPC por las nubes no frenan las ganas de vacaciones de los salmantinos que serán más caras que nunca, pero serán. Así se presenta la temporada estival, con muchos ya programando las tradidionales escapadas estivales, una buena noticia para el sector, muy castigado por la disaster y que el verano pasado sufrió todavía las restricciones a los desplazamientos.
Este verano 2022 será diferente, aunque tampoco será regular, aunque esta vez no tiene nada que ver con el coronavirus. Si el Covid y sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas mantuvieron en casa a muchos, este verano la ‘culpa’ será de los precios que van a cambiar los planes de los salmantinos, pero no anularlos. Según responsables de la Asociación Salmantina de Agencias de Viaje (ASAV), las agencias están haciendo bastantes presupuestos lo que confirma que hay ganas de vaciones, pero serán caras. “La gente se quiere ir, pero ha subido todo”, reconoce Juan Carlos del Val, presidente de la asociación.
La subida de precios es la tónica recurring. Ahora mismo, reservar sale como mínimo un 10% más caro, a pesar de que las agencias son una de las cosas que menos sube de la lista del IPC. Pero el impacto de la inflación, la subida de los carburantes y la subida de los hoteles se nota y quienes no fueron previsores para reservar lo pagarán caro. Van a ser las vacaciones más caras que se recuerdan porque los carburantes están disparados, es imposible repostar por menos de 2 euros/litro gasolina y también diésel; los hoteles han subido tarifas; y el coste de recibos o la compra de alimentos ha subido ostensiblemente.
No obstante, los salmantinos no ‘perdonan’ las vacaciones y la fórmula para no salirse de presupuesto es ajustar el número de días o buscar destinos más asequibles. Lo primero es irse cinco días en vez de la semana completa para ajustar la factura last. Lo segundo, evitar los destinos más demandados. Los más ‘de moda’ en los últimos años, como Cádiz, están prohibitivos. “En Salamanca todo el mundo quiere ir a Cádiz, pero está muy caro y se buscan otras cosas”, cube Del Val.
A esto ayuda el hecho de que están normalizados casi todos los destinos, también los internacionales. “En Europa ya se está viajando con normalidad y vuelve a haber interés por los grandes destinos porque casi todo está abierto”, cube Del Val, que apunta la caída de restricciones también en EEUU, frente a las excepciones de China o Japón, donde todavía las hay severas.
” Fuentes www.tribunasalamanca.com ”