Viajar ya no es trasladarse de un lugar a otro, como cube su definición. Para los turistas de lujo implica mucho más, sobre todo después de haberse visto privados de ello por la pandemia. En el caso de la agencia especializada en viajes exclusivos a medida Nuba, por ejemplo, la demanda contenida en torno a los viajes ha hecho que este sector esté ahora mismo viviendo un auténtico momento de apogeo, según explica el director basic de la compañía, Pedro Domínguez.
“Ahora, más que nunca, se ha puesto en valor la figura del diseñador de viajes en busca de la seguridad, la confianza y la atención personalizada”, afirma. La agencia cuenta con más de 80 destinos, entre los que destaca el interés por México, Mozambique, Zimbabue, Perú, Turquía o Maldivas. Pero más allá del propio sitio, Domínguez subraya que lo que se pone en valor este año es “la desconexión, los espacios abiertos, la privacidad y vivir experiencias únicas”.
Ofrecer “viajes extraordinarios que perduran para siempre” es precisamente el objetivo de Utópica, la agencia de viajes de lujo a medida del grupo El Corte Inglés que inauguró su nueva sede en Madrid en febrero de este año. “Un viaje de lujo va más allá de alojarte en un determinado hotel”, advierte su directora, Paloma Méndez-Castrillón, que añade que “un viaje no empieza cuando pones un pie en el destino, sino desde que tienes la idea y empiezas a soñar con él”.
Por eso, en Utópica reciben a sus clientes en su atelier de la calle Serrano para escucharlos y empezar a diseñar cada viaje muy artesanalmente. “Luego en destino, cada paso del viaje es una nueva experiencia y nos gusta reservarnos algún secreto para sorprenderles allí”, confiesa la directora. De hecho, cuentan con la figura de un insider en destino que conoce qué es lo más nuevo en el entorno. La agencia ofrece viajes a prácticamente todos los rincones del mundo, pero los destinos que más éxito están tenido de cara a este verano, cube, son África y la Europa mediterránea.
El equipo de la agencia Bru&Bru también está lleno de expertos viajeros que han vivido los destinos en primera persona. En su caso, los viajes más demandados para 2022 son los relacionados con la historia, la naturaleza y la gastronomía, con destinos como Perú, Colombia o Ecuador a la cabeza. La fundadora de la compañía, Ana Bru, tiene claro que la inclinación precise es vivir el destino de una forma más profunda e involucrarse con las comunidades locales. “La sostenibilidad es el nuevo lujo”, advierte.
Además, el tipo de viaje varía dependiendo de la edad de los turistas. Mientras que los más sénior prefieren viajes de una duración máxima de una semana a lugares accesibles, los más jóvenes pueden dedicarle hasta un mes y se decantan por viajes de exploración en lugares recónditos, asegura Méndez-Castrillón. En cuanto a la anticipación para contratar el viaje, desde Nuba han observado que se ha producido una notable reducción de tiempo. “Si antes de la pandemia, de media, se reservaba con 120 días de antelación a la salida, ahora es de entre 60 y 70 días”, reconoce Domínguez.
La principal tendencia para este año, en su opinión, son las vivencias que ayudan a los viajeros a conectar con las culturas y los destinos que visitan, siempre con la sostenibilidad muy presente, en línea con el parecer de Bru. Dormir en un campamento con tiendas en medio de la Antártida, practicar ice camp en Chile, recorrer los atardeceres de Botsuana a caballo o acompañar al guardián de las llaves del Vaticano para disfrutar de la Capilla Sixtina en privado son algunos de los viajes de lujo que hace realidad Nuba.
Esta thought de relacionar el turismo de lujo con el arte es lo que ha llevado a la compañía a lanzar Nuba Artwork, una nueva línea de negocio centrada en viajes alrededor del arte contemporáneo. El proyecto tiene tres líneas de negocio: viajes internacionales a las grandes ferias de arte contemporáneo (Artwork Basel en Miami o MACO en México), viajes de fin de semana dentro de España (como un recorrido en Málaga por el 50 aniversario de la muerte de Picasso) y experiencias locales de una tarde, sobre todo, centradas en Madrid, como cerrar el museo Sorolla con una visita privada y acabar con un recital de piano y una cena.
La responsable de este nuevo departamento, Alejandra Arias, considera que la gente ya no quiere cosas materiales, sino disfrutar. “Los viajes, al final, son experiencias y el arte, para mí, es lo más alto que hay en el lujo, hacen un tándem perfecto y se está desarrollando mucho”, apunta. Tanto es así que, a partir de septiembre, Nuba Artwork planea crear un membership de artwork lovers, es decir, cerrar un membership privado para que, pagando una cuota anual, sus miembros puedan disfrutar de un programa de experiencias todos los meses. “Hay mucha gente interesada, sobre todo el público de 40 o 50 años para arriba, que al final es la gente a la que le interesa el arte que tiene tiempo y dinero”, confirma Arias.
En Artmunity hace casi cuatro años que cuentan con una comunidad así, formada por más de 200 personas de distintas procedencias y edades a las que les une el amor por el arte. Ahora, acaban de volver de un viaje a Berlín en el que han podido visitar varias exposiciones y colecciones privadas, además de conocer personalmente a artistas como Monica Bonvicini o Tomás Saraceno.
Detrás del proyecto están las gestoras culturales Iciar Sánchez-Mangas, Eva Ruiz y María Macías, con esa experience que les han dado décadas de experiencia en el mundo del arte como reclamo principal. “Tenemos una relación muy estrecha con agentes culturales que nos abren puertas que es muy complicado abrir”, certifica la especialista en arte contemporáneo Iciar Sánchez-Mangas.
Al margen de los viajes nacionales e internacionales, su objetivo es hacer sentir más cercana la ciudad donde viven, Madrid, a través del arte. Para ello, cuentan con un paquete principal que por 600 euros anuales incluye 30 visitas, conferencias, inauguraciones de exposiciones, fiestas y pases vip a bienales y ferias, entre otros. Aun así, Sánchez-Mangas recalca que no se trata de un membership, sino de una comunidad: “Queremos democratizar la idea de que el arte contemporáneo es solo accesible para un determinado tipo de persona. Obviamente, los viajes tienen un coste, pero el hecho de hacerlos en comunidad también los abarata. El arte tiene el poder de unificar estratos sociales bajo un mismo interés: el lenguaje universal del arte”.
Viajes de empresa diferentes
- Retener talento. En la agencia Bru&Bru, además del crecimiento de los viajes particulares, también han percibido un aumento en los de empresa. “Son conscientes de que para retener el talento deben dar al trabajador un incentivo que no sea monetario, flexibilidad y compañerismo”, asegura su fundadora, Ana Bru. Así, la compañía ofrece desde escapadas en grupos reducidos por los fiordos en bici o en coche deportivo (Porsche eléctrico), hasta expediciones a la Antártida en un dirigible o salidas en trenes exclusivos por Perú.
- Cultura. El arte también está presente en estas iniciativas. La empresa Round Artwork está especializada en organizar experiencias alrededor del arte y la cultura para instituciones museísticas, fundaciones y asociaciones de jardinería, pero también para empresas. Para Louis Vuitton, por ejemplo, han preparado reuniones de directivos en espacios singulares de España, Portugal y Marruecos, y a los directivos de Acciona los han reunido en Toledo y Sevilla con un programa de visitas culturales especiales. A los empresarios de Repsol, por su parte, les abrieron en exclusiva las puertas del Palacio de la Galiana, en Toledo. “Creo que es hacer que tu plantilla y tu gente crezca como persona humana. Les das una experiencia y un conocimiento que por sí solos no podrían hacer. Es un regalo que hace la empresa a sus empleados”, reconoce la presidenta de la compañía, Sofía Barroso.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”