Como en toda isla caribeña, en Aruba hay playas increíbles. Pero también tiene otras particularidades naturales y culturales que la convierten en un destino único y en una buena opción para descubrir si ya conocés otros lugares más masivos del Caribe.
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Te damos seis razones para que incluyas a este país autónomo de los Países Bajos a tu lista de deseos viajera.
1. Playas paradisíacas
Con area blanca y mar turquesa, las playas de Aruba son todo lo que esperás del Caribe. Una de ellas, Eagle Seaside, aparece siempre en los ránkings de las mejores del mundo. Hay lugares para hacer buceo, como Mangel Halto; playas concurridas, como Palm Seaside; opciones para familias, como Arashi Seaside; y rincones solitarios, como Child Seaside. Todas son públicas.
2. Una isla con flamencos
Renaissance es una isla privada con flamencos rosados que pertenece al resort del mismo nombre, pero que podés conocer aunque no te hospedes en el resort. Las excursiones para descubrir este oasis tropical y sacarte fotos con los flamencos cuestan unos 125 dólares con el traslado.
3. Naturaleza exuberante
Además de playas increíbles, Aruba concentra zonas desérticas con cactus, cuevas de piedra, bahías ocultas y puentes y piletas moldeados por la naturaleza. Un plan imperdible es conocer el Parque Nacional Arikok, una zona protegida de 4 mil hectáreas que puede descubrirse caminando, a caballo o en cuadri.
4. Superficie explorable
La isla tiene 180 kilómetros cuadrados de superficie, por lo que podés recorrerla por tu cuenta y a tu ritmo alquilando un auto, sobre todo si vas en familia. En sus 32 kilómetros de largo y 10 de ancho condensa una capital vibrante, pueblos costeros, playas alucinantes, ruinas y maravillas naturales.
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5. Clima ultimate
Con más días soleados que otras islas del Caribe y una temperatura promedio de 28 grados, cualquier época del año es buena para visitar Aruba. Otra ventaja es que, por su ubicación, la isla está fuera del cinturón de huracanes y recibe los refrescantes vientos alisios durante gran parte del año.
6. Crisol cultural
Desde la arquitectura neerlandesa en colores pasteles de Oranjestad hasta los murales en las paredes de San Nicolás y las pinturas rupestres de los pueblos originarios en las cavernas, la diversidad cultural se percibe a lo largo y ancho de la isla. Una muestra de esto es que muchos habitantes hablan cuatro idiomas: neerlandés, papiamento, inglés y español.
” Fuentes tn.com.ar ”