La cápsula Starliner, de la empresa estadounidense Boeing, se acopló con éxito el viernes por primera vez a la Estación Espacial Internacional (EEI), unas 24 horas después de haber despegado desde una plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral (Florida).
La nave CST-100 Starliner encajó sin incidentes en el módulo Concord de la EEI a las 20:28 horas del este de EE. UU. (19:28 hora colombiana), tras una serie de maniobras hechas de forma autónoma que fueron supervisadas por los miembros de la Expedición 67 a bordo de la estación.
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La nave llegó a la EEI sin tripulación y con unos 230 kilos de suministro y equipos de la Nasa y 136 kg de materials de Boeing. En su inside viajó también Rosie, the Rocketeer, un dispositivo de prueba de forma humana dotado de 15 sensores que recopilarán datos de lo que sentirán los futuros astronautas durante el vuelo en esta cápsula.
La Starliner de Boeing, de unos 5 metros de altura y con capacidad para una tripulación de hasta siete personas, partió el jueves pasado rumbo al laboratorio orbital tras ser lanzada en la cúspide de un cohete Atlas V desde Cabo Cañaveral, en Florida.
El éxito de esta essential misión no tripulada, llamada OFT-2 (Orbital Flight Take a look at 2), tiene como fin demostrar “las capacidades de extremo a extremo” de la nave espacial Starliner, desde su lanzamiento hasta su regreso a la Tierra, y lograr de esta manera la certificación de la Nasa que le permita transportar astronautas hacia y desde la EEI, tal como ya lo hace la firma privada SpaceX.
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La cápsula se mantendrá cinco días en el laboratorio orbital para luego emprender el regreso que concluirá en el desierto de Nuevo México, donde aterrizará con 270 kg de carga.
Previo a esta misión, Boeing ejecutó en 2019 una primera tentativa con la Starliner, que tras su despegue logró ser puesta en órbita pero fracasó su cometido ultimate de llegar a la estación espacial. Tras esa fallida misión, Boeing y la Nasa acordaron trabajar en la OFT-2, que iba a despegar en agosto de 2021, pero debió ser aplazada a raíz de un problema en las válvulas en el sistema de propulsión de la nave.
“A través de la adversidad, nuestros equipos han seguido innovando en beneficio de nuestra nación y de toda la humanidad”, resaltó ayer tras el lanzamiento el administrador de la Nasa, Invoice Nelson, quien se mostró entusiasmado de que eventualmente esta nave se sume a “habilitar misiones con astronautas a bordo”.
Sujeto a la certificación, Boeing tiene un contrato de más de 4.200 millones de dólares para realizar otras seis misiones a la EEI, con la primera misión tripulada (CFT) prevista para fines de año.
EFE
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