Se trata de Obed Katureebe, funcionario de asuntos públicos del Centro de Medios de Comunicación de Uganda, recogido este lunes por agentes de seguridad ugandeses en su domicilio de Kyanja, un suburbio de Kampala, la capital.
Hace dos días que su familia no puede ponerse en contacto con el subordinado de la oficina gubernamental que coordina el flujo de información entre los ministerios y otros organismos estatales.
Ante tales denuncias los informativos ugandeses especularon que podría tratarse de un tema relacionado con el vecino Ruanda, quien acusó en 2017 a Kampala de albergar grupos hostiles y de torturar a ruandeses en territorio del vecino Estado.
El deterioro de los vínculos llevó al cierre fronterizo en febrero de 2019 hasta que a comienzos de este año, casi tres años después, se realizó una reapertura parcial del tránsito.
El jefe del Centro de Medios de Comunicación de Uganda, Ofwono Opondo, tuiteó la víspera que Obed está bajo protección de seguridad debido a supuestas amenazas sobre su persona, de las que, dijo, aún no recibió detalles.
Me han asegurado que está a salvo y no está detenido, añadió Opondo, lo cual trajo a la actualidad las denuncias del gobierno ruandés contra este y otros funcionarios de participar en acciones propagandísticas contra Kagame, quien estuvo el mes pasado aquí tras cuatro años de ausencia.
Para fuentes de seguridad citadas por la prensa native, la presunta detención de Katureebe podría ser una señal de progreso en las relaciones entre ambos países, que se han recuperado desde principios de este año.
La nueva dinámica bilateral tuvo la participación directa del primogénito del mandatario Yoweri Museveni y comandante de las Fuerzas Terrestres de Uganda (tercero en el orden de sucesión en las fuerzas armadas), teniente common Muhoozi Kainerugaba, quien dio dos viajes a Kigali.
Tales negociaciones trajeron ya la destitución de altos cargos militares que, según Ruanda, estaban detrás de la tortura de sus ciudadanos.
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” Fuentes www.prensa-latina.cu ”