Los datos preliminares parecen indicar que las expectativas positivas que la cadena de turismo, viajes y hoteles tenía frente a la Semana Santa se cumplieron, y en algunos indicadores se habrían superado. Estas primeras cifras se combinan con la Encuesta Mensual de Alojamiento del Dane, publicada en plena temporada de descanso, para confirmar que este sector, essential para el empleo y para varias economías regionales del país, ya experimenta una recuperación frente a los niveles previos a la pandemia.
El reporte de la organización estadística, correspondiente a febrero pasado, refleja una ocupación hotelera del 50,3 por ciento, muy superior al 31,5 por ciento del mismo periodo de 2021, y ligeramente inferior al 50,7 por ciento de febrero de hace dos años. De hecho, ya en la temporada de fin del año pasado estos registros superaron los índices de los mismos meses en 2019.
El Dane muestra que la variación anual de los ingresos reales de los hoteles en todo el territorio nacional marcó en febrero 84,6 por ciento, el private ocupado un 27 por ciento, y los salarios reales un 8,2 por ciento. A nivel regional, los hoteles bogotanos aumentaron un 120 por ciento, los cartageneros un 147 por ciento, la Costa Caribe un 51 por ciento y en la isla de San Andrés un 75 por ciento. Si bien es cierto que en ingresos y private aún no se llega a los niveles pre-pandemia, las dinámicas de las últimas semanas dan motivos para el optimismo.
De acuerdo a datos del Ministerio de Transporte alrededor de 1,5 millones de pasajeros se movilizaron por vía aérea a destinos nacionales y extranjeros -un aumento de 122 por ciento- así como unos 2,9 millones por las terminales terrestres. Aproximadamente un millón de viajeros aéreos en rutas locales implica para Anato, la asociación de agencias de viajes, un crecimiento del 34 por ciento en comparación con la misma temporada de 2019.
Otro abordaje para prever una consolidación muy positiva del comportamiento de la cadena de turismo y viajes es el de la facturación. Según datos presentados por Redeban, las transacciones realizadas en Semana Santa aumentaron en 45 por ciento comparadas con las del año anterior. Las aerolíneas reportaron un aumento de su facturación frente a 2021 de casi el 375 por ciento, las agencias de viaje más del 124 por ciento, los restaurantes más del 100 por ciento y los hoteles más del 80 por ciento.
En conclusión, un repunte notorio de las dinámicas económicas en este sector de la industria sin chimeneas que, no sobra recordar, fue de los más impactados por la pandemia de la covid-19 y uno de los llamados ‘últimos en abrir’. Este primer paquete de cifras permite anticipar que la primera Semana Santa de retorno pleno y presencial de las actividades y destinos turísticos en el país ha consolidado una tendencia que ya venía marcando una línea positiva.
Que el turismo, los hoteles y los viajeros registren una recuperación robusta es una buena noticia por varios frentes. El primero es el sectorial: antes de la pandemia se habían registrado niveles récord en la actividad turística en el país a los que se puede apuntar en el futuro cercano. Segundo, esta es una industria con mucha generación de empleo native y que se disemina por las economías regionales. Y tercero estos números ratifican que la apuesta del Gobierno Nacional por apoyar con distintos estímulos a las aerolíneas, hoteles y operadores turísticos dio sus frutos. El reto hacia adelante es retornar no tanto a los niveles prepandemia sino a ese ritmo de crecimiento de los años anteriores a la covid.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
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