18-04-2022 | 9:05
Ignacio Pellizzón
Las personas que ayer tomaban uno o dos vuelos por semana para cumplir con compromisos laborales o de negocios, hoy los cambiaron por reuniones virtuales. Se trata de uno de los tantos cambios culturales que la pandemia acentuó. Las plataformas como Zoom o Google Meet, que permiten realizar videoconferencias, están reemplazando cientos de vuelos de cabotaje que se solían hacer por trabajo. El futuro llegó.
Antes de la pandemia, la empresa de vuelos low value JetSmart tenía dos frecuencias semanales para cubrir la ruta Rosario-Neuquén. Eran 180 butacas que se ocupaban casi en su totalidad por pasajeros y pasajeras que viajaban por estadías cortas. La aerolínea necesitaba completar entre 60% y 70% de su capacidad para afrontar solamente los gastos de volar.
Tras haber transitado nueve meses con fronteras cerradas, actualmente, en esta suerte de period pospandemia, la firma retomó su actividad authentic y se encontró con que hay menos pasajeros para cubrir esa ruta; ¿el motivo? Hay menos personas que necesitan realizar ese viaje por cuestiones laborales. Lo están resolviendo vía on-line.
En primera persona
Diversos empresarios de Rosario confirmaron a Mirador Provincial este hecho. Lo que antes implicaba un viaje, ahora se soluciona con una reunión por alguna aplicación. Es más económico, implica menos esfuerzo y, sobre todo, menos tiempo.
Por ejemplo, Andrés Gariboldi, referente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) dijo a este medio que “sin dudas está pasando”. Todo lo relacionado a reuniones de una “importancia baja” se “resuelve” on-line mediante videoconferencias.
La comodidad de poder armar reuniones de forma remota sin tener que preparar una valija o comprar un boleto de avión o colectivo, es algo trasversal a todas las empresas y rubros. El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (AIM) de Rosario y titular de la fábrica de heladeras y freezers, Briket, Roberto Lenzi, contó que esta tendencia “llegó para quedarse”.
De hecho, en su compañía armaron “tres salas multimedia para que cada área pueda llevar a cabo sus reuniones virtuales con todas las comodidades necesarias”. Lenzi entiende que es algo “fantástico” el poder manejarse de este modo. “Yo tenía que viajar mucho, porque tengo proveedores no solo en el país sino en el exterior y, ahora, quizás ni viaje”, admitió.
Las facilidades que brinda la tecnología “no son reemplazables” con el contacto humano. Por eso, tanto desde AIM como desde su empresa, Lenzi apuesta a “reuniones presenciales” para que “nos podamos ver las caras de vez en cuando, es algo muy importante sostener el contacto humano”, afirmó.
Otro dato: representantes del Aeropuerto Internacional de Rosario (AIR) fueron convocados por el Concejo para dar a conocer el estado de situación de la entidad en tiempos de pospandemia. Una de las voceras del AIR, que dialogó con Mirador Provincial tras presenciar la reunión, Cecila Gabenara, dio detalles sobre la recuperación “parcial” de la terminal luego de la pandemia, especialmente de los “vuelos domésticos” con distintas frecuencias a las ciudades de Buenos Aires -a través de Aeroparque y Ezeiza-, Bariloche, Iguazú y Salta, con distintas frecuencias.
La funcionaria señaló que a partir del aislamiento impuesto por el covid-19 el aeropuerto no tuvo actividad comercial por nueve meses, lapso en el que solo operaron vuelos sanitarios, privados y oficiales. Luego se recuperó la conectividad a través de Aerolíneas Argentinas y la terminal fue considerada “corredor apto” aunque con fluctuaciones a partir del nuevo rebrote viral.
Tanto Gabenara como Nicolás Ruggiero, otro de los voceros que se acercó al Palacio Vasallo, se refirieron a los efectos de la pandemia y a “las dificultades de rentabilidad que están teniendo las empresas de aerolíneas –incluidas las de bajo costo– para sostenerse” luego de la inactividad y las transformaciones a partir del covid-19.
Ante la consulta de los concejales, argumentaron que los cambios culturales que impuso la pandemia a las empresas y al mundo laboral, sobre todo por el incremento de actividades realizadas a distancia y con recursos virtuales, modificó la movilidad de personas que trabajan en las empresas. “Esas transformaciones también tuvieron un impacto importante sobre el mercado”, destacaron.
Sin embargo, según sus mediciones, los vuelos domésticos pudieron recuperarse en 2020 pero con altibajos. En el momento de la apertura, en noviembre de 2020, “se contabilizaron los primeros 513 pasajeros”, mientras que en marzo de 2022 “el movimiento alcanzó a las 33.225 personas”.
Pese a no contar con estimaciones oficiales o porcentajes concretos, desde la Asociación Rosarina de Agencias de Viajes (Arav) confiaron a este medio que este cambio cultural “se está dando” y que es algo que “se sostendrá”. Todavía no se trata de un hecho cuantificable, pero “la tendencia” se detecta y es inevitable.
Desde Argard Viajes confirman la tendencia, inclusive desde una mirada empresarial. “Las compañías que antes enviaban a sus empleados o directivos a tener reuniones en diversas ciudades ahora lo hacen virtual, salvo encuentros muy puntuales. Las personas extrañan lo presencial, pero a nivel empresarial es más rentable”, indicó su referente, María Eugenia Díaz. Y explicó que si bien hay muchas agencias de viaje que se dedican al nicho corporativo, la mayoría tiene volumen y clientes de muchos años, por lo que las caídas no son tan abruptas. Además, destacó que tienen “otras ramas de negocios” como los paquetes turísticos o de excursiones, por ende, si se les cae uno, se sostienen con los demás.
Los que sí se salvan
El cambio cultural se está dando en materia de viajes laborales relámpago, pero no en los congresos o eventos de resonancia como tampoco en los turísticos. Se trata de aquellas reuniones que antes de la pandemia obligaban a realizar un viaje en bus o vuelo interno a Capital Federal, Córdoba, Mendoza, Salta, entre otras, y que se realizaban a la mañana y a la noche ya estaban de vuelta.
Esto no se aplica para eventos corporativos de renombre o congresos multitudinarios, que sí van, poco a poco, recuperándose. De acuerdo al informe “Adapting to Endemic Covid-19: The Outlook for Business Travel”, del WTTC, entidad que representa al sector privado mundial de viajes y turismo, durante 2022 los viajes por negocios -de esta índole- tendrían un aumento adicional de 34% y, así, estarían cerca de alcanzar el 66% del nivel de gastos de 2019, antes de la pandemia.
En esta línea coincide el informe que dio a conocer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Got here) en febrero, donde la cifra de turistas alcanzó los 40,8 millones de personas si se suman a los excursionistas que hicieron viajes más cercanos y estadías más breves.
La cantidad de turistas que eligieron destinos dentro del país alcanzó a 19,7 millones de personas en el período comprendido entre la segunda quincena de diciembre y fines de enero, un 58% más que en el mismo período de la temporada anterior y 0,7% más que en la previa a la pandemia, informó la Got here.
Muchas nuevas herramientas tecnológicas que existían antes de la pandemia tomaron fuerza durante la irrupción del coronavirus. Aunque hay más incertidumbres que certezas de cara el futuro, algunos analistas estiman que no todo en la vida se volverá digital, sino que se tenderá a un equilibrio más híbrido, rotando entre lo presencial y lo remoto. De lo que sí no tienen dudas la mayoría de los usuarios de estas nuevas herramientas, es que los viejos hábitos culturales que cambiaron con la llegada del covid-19 en la sociedad, no volverán.
” Fuentes www.miradorprovincial.com ”