Fernández explica que tras el “desastre” causado por la pandemia en 2020, el ejercicio 2021 fue “razonablemente bien”. Si bien el año “no empezó especialmente bien”, cuenta que a partir de abril las reservas se animaron, “con un verano razonablemente bueno” en comparación con el año anterior, hasta que llegó el parón provocado en diciembre y enero de este año por la variante ómicron y la sexta ola de contagios.
En este periodo, las agencias asociadas no han tenido que recurrir durante tanto tiempo a los ERTE como las grandes redes, dado que el grueso de las 550 empresas que están asociadas, con unos 600 puntos de venta, son pequeñas o es el mismo propietario quien gestiona la agencia. De hecho, la media de trabajadores de las empresas agrupadas es de 1,8 empleados por punto de venta, es decir, en complete representan a casi 1.100 trabajadores.
Ya en este mes de febrero observa que las reservas se empiezan a recuperar con niveles previos a la sexta ola que la observa como un paréntesis en la recuperación de la actividad.
“Entendemos que ya hay elementos para pensar que este año será mejor que el año pasado, salvo que nos sorprenda una nueva cepa de la COVID-19″, asegura.
Rubén Fernández descarta nuevas fusiones con otros grupos de gestión.
De continuar esta evolución positiva de la actividad calcula que a ultimate de año se alcance el 80 o el 85% de las ventas de 2019. “Que lleguemos a una facturación un 15% por debajo de la de 2019 creo que es razonable y lo consideraría que hemos alcanzado la recuperación”, afirma.
En cuanto a superar los niveles de ventas previos a la pandemia en 2023, considera que no va a ser fácil, “porque llegar al 100% de los ingresos de 2019 nos va a costar más, puesto que fue un año muy bueno”.
Compara la situación precise con la anterior disaster económica que sufrió el sector, la financiera de 2008, y aunque sus causas son diferentes, sí que recuerda que “llegar a los niveles de ventas de 2007 nos costó un montón”.
No olvida las particularidades del sector turístico, una actividad “muy sensible” a todo lo que sucede a su alrededor. Sobre este punto, señala que “todavía notamos que el cliente tiene miedo” a viajar después de dos años de pandemia.
Más dinero para gastar
Pero por otro lado han constatado también que el cliente tiene ahora más dinero en su bolsillo. “Hay una bolsa de dinero ahorrada que la gente quiere gastar“, y esto se ha reflejado en las solicitudes de reservas que les están llegando a las agencias. “Recibimos peticiones de viajes muy caros que no se hacían antes”, apunta.
En concreto, destaca que el volumen de viajes a medida se ha incrementado y por un importe más elevado que antes de la pandemia. “Vemos que la gente quiere darse un capricho y disfrutar de la vida y viajar es disfrutar de la vida“, cube.
Sin embargo, lo que frena que muchos de estos viajes se aplacen es “la incertidumbre” ante el temor de encontrarse con restricciones en el destino “y por eso los viajes se contratan muy cerca en el tiempo de la fecha de salida”. Advierte que “la anticipación en la compra se olvidó”.
Alerta de que esta tendencia de reservar en el último minuto puede suponer un riesgo de cara a los próximos periodos vacacionales porque habrá clientes que se queden sin plaza de resort por demorar la contratación. “Esto ya pasó el año pasado”, recuerda, aunque entonces también se debía a que había mucha oferta hotelera estaba cerrada.
Vacacional y Enterprise Journey
Con el 65% de las agencias asociadas dedicadas al negocio vacacional y el 35% restante mayoritariamente al Enterprise Journey, Airmet es un fiel termómetro de cómo ha sido la reactivación de estos segmentos.
Al contrario que otras agencias de viajes corporativos que tienen una mayor cartera de clientes de empresas multinacionales, las de Airmet gestionan sobre todo viajes de pymes, que no se han visto tan afectadas. “El empleado de las pymes ha seguido viajando, el que ha dejado de viajar es el de la multinacional”, aclara Fernández.
“En las agencias de viajes independientes se están recuperando en la misma proporción tanto el vacacional como el Business”, agrega.
No obstante, admite que un porcentaje de las agencias asociadas, que cifra entre un 10 y un 12%, no han podido superar la pandemia y se han visto obligadas a cerrar.
Planes de crecimiento
En cuanto a los planes de expansión de la compañía, asegura que no tiene una especial obsesión por captar directamente nuevas agencias sino más bien en estrechar los servicios que ofrecen a los asociados.
“Queremos centrarnos en nuestros básicos: aportar valor a nuestras agencias, poner al cliente en el centro, estar al lado de ellas y colaborar con la agencia independiente. Así las agencias percibirán mejor nuestro valor”, explica.
“Obviamente, aumentar nuestra base de agencias es también una prioridad, pero el foco no lo ponemos una estrategia agresiva para captar nuevos asociados, sino en que la agencia asociada perciba el valor que le aportamos y así otras podrán venir con nosotros”, añade.
Por otro lado, quieren también reforzar el trabajo y los acuerdos con los proveedores, que “se han portado razonablemente bien con nosotros durante la pandemia”, y no han registrado demoras importantes en los reembolsos como les ha sucedido a otras agencias. “Salvo contadas excepciones”, matiza.
Una de sus primeras decisiones al frente de Airmet ha sido cambiar la imagen corporativa y con el afán de “simplificar la marca” el grupo de gestión ha pasado a denominarse Airmet, sustituyendo la denominación de Airmet-Cybas que tienen desde que se fusionara con el grupo Cybas en 2019.
“Con la concentración empresarial se van a quedar huecos en el mercado, que las agencias tradicionales van a poder llenarlos”
Sobre si contemplan fusionarse con otros grupos de gestión, Rubén Fernández apunta que no está en los planes de la compañía crecer de manera inorgánica.
Sobre la etapa de concentración empresarial de grandes grupos que vive el sector turístico, opina que es un ejemplo precisamente de la necesidad de que las agencias independientes se asocien a un grupo de gestión.
Con esta concentración de grandes redes considera que va a provocar una reducción en el número de puntos de venta en el mercado y será una oportunidad para las independientes. “Se van a quedar huecos en el mercado, que las agencias tradicionales van a poder llenarlos”, opina.
Otro elemento a favor de la agencia tradicional, es que la atención presencial a los clientes ha salido reforzada durante esta pandemia, frente al servicio que han ofrecido las agencias exclusivamente on-line.
Además del cambio de marca, asegura que están trabajando en otras novedades para las agencias asociadas, pero la desvelará en la convención que se celebra precisamente el próximo fin de semana en Sevilla, en el NH Assortment de la capital andaluza.
” Fuentes www.hosteltur.com ”