La aplicación permite a los viajeros “amortizar” el costo de los áreos trayendo artículos a usuarios que no pueden encontrarlos en el mercado native
Daria Rebenok y Artem Fedyaev son rusos y vivieron en ocho ciudades del mundo. Después de vivir un tiempo en Barcelona tocó mudar la vida a California. Acostumbrados a los gustos que habían adquirido en España, una noche sintieron un deseo imperioso de comer gazpacho y se alegraron cuando se enteraron de que un conocido viajaba.
Le ofrecieron pagarle por el servicio y entonces se les encendió la lamparita: ¿por qué no crear una plataforma en la que los viajeros puedan traer productos de otros lugares del mundo y cobrar una recompensa por ello? Así lo hicieron y finalmente nació Grabr.
Álvaro Pandelo es argentino y conoció la aplicación cuando se compró un teléfono. Hoy se convirtió en el Supervisor Regional de Latinoamérica de la empresa. “Lo que hacemos es conectar a viajeros con compradores, necesidad con necesidad”, resume en diálogo con iProUP.
“Hay gente que necesita viajar porque, por ejemplo, tiene familia afuera. La verdad es que los pasajes están muy caros pero se meten en la plataforma y a diferencia de Mercado Libre u otras plataformas donde el vendedor es el que publica el producto, en Grabr el que publica un producto es el comprador, que dice que necesita una determinada cosa de un determinado país“, completa.
Pandelo remarca que “cuando los viajeros registran su viaje en Grabr ven la lista de todos los productos que están pidiendo desde esa ciudad a la que van a viajar. Y ahí pueden elegir”.
“Por ejemplo, en Argentina tenemos la franquicia de 500 dólares en productos libres de impuestos más un teléfono y una tablet o un teléfono y una computadora. El excedente paga todas las obligaciones de aduana que corresponden. El viajero tiene que hacer el cálculo para saber cuánto va a pedir como recompensa por llevar el producto solicitado, pero siempre es entre un 10% y un 20% del valor del producto“.
El comprador acepta y le paga a la aplicación. El turista, en tanto, paga el producto con su propios fondos. “Así, nosotros resguardamos el dinero del comprador y no se lo entregamos al viajero inmediatamente, que lo único que recibe es la notificación de que el comprador ya pagó. Eso significa que si hace todo bien su dinero está asegurado“, detalla.
Cuando el turista vuelve, acuerdan por el chat de la plataforma un punto de encuentro. Una vez que el comprador va a buscar el producto, confirma en la aplicación que lo recibió y ahí se inicia el proceso de entrega del dinero hacia el viajero.
“Lo que le enviamos al viajero es el dinero que gastó en el producto, el impuesto de Estados Unidos en el caso de que correspondiera y el reward o comisión que se lleva y que le da el comprador. Nosotros nos quedamos con la tasa de uso del servicio que es baja, que es menor al 10% y que es básicamente para sostener la plataforma. Además, está el costo de procesamiento de los pagos, porque aceptamos pago en moneda local y en cuotas“, explica Pandelo.
La aplicación no permite que se transporten paquetes, sino que es sí o sí el viajero quien debe comprar el producto. Así, se evita cualquier situación de inseguridad para quien transporta la compra porque sabe qué es lo que está llevando.
Ganancias
En tiempos de pandemia, Grabr también sumó el servicio de una pockets digital que puede cargarse con dólares. “Quizás no podés comprar algo ahora pero sí en seis meses. Eso te queda en dólares fijo para cuando vos lo quieras usar. También se puede abonar en pesos, débito o tarjeta de crédito e incluso las tres cosas juntas, combinando todos los métodos de pago“, describe el Supervisor.
Mientras tanto, el promedio mínimo de ganancia para el viajero se ubica entre los 250 y 450 dólares. Por eso, Pandelo asegura que “eso puede llegar a ser incluso el 60% o 70% del pasaje“.
“El beneficio en cuanto a precio para comprar los productos también es enorme. Uno mira la valija y evalúa: puedo llevar zapatillas, una computadora, un celular, vitaminas. Hay pedidos que no son tan de tecnología sino que están vinculados a la salud que acá no se consiguen, incluso ortopédicos“.
Pandelo concluye con números que hablan por sí mismos: “Este 2021 hubo cerca de un millón de dólares en recompensa para los viajeros en 33 países. Nuestros mercados más grandes son Argentina, Brasil, Uruguay, Perú y Rusia. Y seguimos luchándola para que todos puedan conseguir lo que necesitan y viajen más porque los pasajes subieron una barbaridad y esto ayuda mucho”.
” Fuentes www.iproup.com ”