Ante la fuerte propagación del ómicron, el gobierno británico anunció el miércoles el fin de las restricciones a viajes desde el extranjero impuestas para proteger al país de esa variante mucho más contagiosa pero aparentemente menos letal del coronavirus.
“Ahora que la variante ómicron es tan dominante, estas medidas sólo tienen un impacto limitado en el aumento del número de casos, mientras que siguen causando costes significativos a la industria del turismo”, explicó el primer ministro Boris Johnson ante el parlamento.
Así, a partir del viernes, los viajeros ya no tendrán que presentar un take a look at negativo de coronavirus antes de embarcar con destino a Inglaterra y, si están vacunados, no deberán aislarse mientras esperan el resultado de una prueba PCR realizada al llegar.
En su lugar, tendrán que someterse, como ya period el caso antes de la aparición en diciembre de la variante ómicron, a un take a look at de antígenos en los dos días posteriores a su llegada, precisó.
Bajo fuerte presión de su Partido Conservador para eludir nuevas medidas, Johnson anunció también la prolongación al menos tres semanas, hasta el 26 de enero, de la recomendación de teletrabajo, así como de la obligatoriedad de usar mascarillas en interiores y la exigencia de pases sanitarios para eventos multitudinarios, vigentes en Inglaterra desde mediados de diciembre.
Otras partes del país, donde los gobiernos autónomos regionales tiene competencias en materia de salud, no anunciaron todavía si flexibilizarán también sus restricciones a los viajes.
Tanto Escocia, como Gales e Irlanda del Norte aplican medidas más estrictas que Inglaterra contra el covid-19.
El miércoles, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, prolongó al menos hasta el 17 de enero el cierre de los clubes nocturnos, la limitación de grandes reuniones y el servicio de bares y pubs únicamente en mesas, para intentar limitar el fuerte aumento de los casos de coronavirus.
Según estimaciones de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), el número de personas infectadas en el Reino Unido batió récords la semana pasada, con una de cada 20 como media en el país y una de cada 10 en Londres.
Basándose en una muestra representativa, el organismo estimó que 3,7 millones de personas, entre una población de 67 millones de habitantes, tuvieron covid-19 en la última semana de 2021.
En Inglaterra lo contrajo una de cada 15 personas, una de cada 20 en Escocia y Gales y una de cada 25 en Irlanda del Norte.
Estas cifras ilustran la magnitud de la nueva ola impulsada por el ómicron, que llevó a millones de británicos a aislarse durante las fiestas navideñas y ahora está provocando escasez de efectivos en numerosos sectores, desde el transporte hasta las escuelas, pasando por unos hospitales “en pie de guerra” en palabras de Johnson.
El Reino Unido es uno de los países más castigados de Europa por el covid-19, con 149 mil 284 muertos desde el inicio de la pandemia registrados hasta el miércoles.
El martes se alcanzó un récord de casos positivos en 24 horas: 218 mil 724.
Los ingresos hospitalarios (unos 2 mil el martes) no han alcanzado ni de lejos los picos de olas anteriores -pese a que en aquellas nunca se superaron los 100 mil nuevos casos diarios- y el número de personas que requieren respiración synthetic (883) se mantiene bastante estable.
Pero el servicio público de salud NHS registra problemas debido a la gran cantidad de private que se encuentra en cuarentena tras dar positivo, poniendo en peligro servicios esenciales.
Foto web.
Información AFP.
” Fuentes www.contrareplica.mx ”