“Las prohibiciones generales de viaje no evitarán la propagación internacional y suponen una pesada carga para las vidas y los medios de subsistencia. Además, pueden tener un impacto adverso en los esfuerzos de salud mundial durante una pandemia al desincentivar a los países para que informen y compartan datos epidemiológicos y de secuenciación”, aseveró la OMS.
La organización también informó que “cualquier medida de mitigación de riesgos relacionada con los viajes debe ser parte de una estrategia de respuesta nacional general”.
“Los viajes internacionales esenciales, incluidos los viajes para misiones de emergencia y humanitarias, los viajes de personal esencial, las repatriaciones y el transporte de carga de suministros esenciales, deben continuar siendo priorizados en todo momento durante la pandemia de COVID-19”, enfatizó la OMS.
A través de un comunicado en su página internet, la organización agradeció a Sudáfrica y Botsuana “por su capacidad de vigilancia y secuenciación y por la rapidez y transparencia”, ya que ayudó a otros países a adaptarse a la situación, tomar medidas relacionadas de inmediato y dar una respuesta eficaz ante tal amenaza.
El organismo también instó a todos los demás países a actuar de la misma manera. “Se espera que la variante ómicron se detecte en un número creciente de países a medida que las autoridades nacionales intensifiquen sus actividades de vigilancia y secuenciación”, agregó.
“La OMS está monitoreando de cerca la propagación de la variante ómicron, y se están realizando estudios para comprender más sobre estas mutaciones y su impacto en la transmisibilidad, virulencia, diagnósticos, terapias y vacunas”, agregó el comunicado.
La OMS indicó que los países “deben seguir aplicando un enfoque basado en la evidencia y el riesgo al implementar medidas de viaje de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional (RSI)”.
“Las autoridades nacionales de los países de salida, tránsito y llegada pueden aplicar un enfoque de mitigación de riesgos de varios niveles para retrasar y / o reducir potencialmente la exportación o importación de la nueva variante”, señaló la organización.
La OMS mencionó que las medidas pueden incluir el “control de pasajeros” antes de viajar o al llegar, incluso mediante el uso de pruebas de SARS-CoV-2 o la aplicación de cuarentenas.
“Todas las medidas deben ser acordes al riesgo, deben tener un límite de tiempo y aplicarse con respeto a la dignidad de los viajeros, los derechos humanos y las libertades fundamentales, como se describe en el RSI (2005)”, mencionó.
El 25 de noviembre pasado científicos sudafricanos anunciaron que habían descubierto la variante ómicron, que tiene varias mutaciones que pueden conllevar el riesgo de reinfección. Desde entonces, se han encontrado casos de la misma variante en varias naciones en todo el mundo.
La OMS declaró, el viernes pasado, que la cepa period una “variante preocupante” y la nombró ómicron.
Desde diciembre de 2019, la pandemia ha cobrado más de 5,21 millones de vidas en al menos 192 países y regiones, con más de 262,7 millones de casos reportados en todo el mundo, según la Universidad Johns Hopkins, con sede en EEUU.
*Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.
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