Picadas en Santiago hay muchas, pero a algunas dan ganas ganas de volver una y otra vez.
Son las que reúnen las 3B, esas en donde el único lujo está en unos platos abundantes, caseros, que humean cariño y que puedes disfrutar por poca plata.
¿Eso es lo que andas buscando? Si es así, esta guía de picadas en Santiago es todo lo que necesitas.
Newen Lamngen quiere decir “fuerza de hermanas” en Mapudungun y probablemente te suene porque es el nombre de la primera cafetería mapuche de Santiago, que abrió en 2018 en el segundo piso del Mercado Tirso de Molina.
La misma que estuvo cerrada y que acaba de reabrir, con toda la sazón de la cocina mapuche de Aurora Luncumilla y la cocina aymara de Jannet Patzi Mery Apaza.
Sentarse en su mesa es un viaje de puro sabor y tradición, con platos como el charquicán de cochayuyo ($ 4.000); o el costillar ($ 5.000), con un toque de merkén y papitas cocidas por ejemplo, que se anuncian en una pizarra a la hora de almuerzo.
Y que llegan con sopaipillas o pan amasado, pebre y una ensalada surtida.
Además de los porotos con rienda ($ 3.500); la cazuela de vacuno ($ 4.000); o el pulmay ($ 7.000), de caldo denso, delicioso, con costillar y longaniza, más choritos, almejas y milcao, la mezcla de papa que se ralla, se estruja se le saca y se mezcla con una papa cocida.
Aprovecha de probar también la cocina aymara, no te vayas sin probar la sopa de maíz ($ 3.000), una delicia que hace con maíz y maní que tritura hasta lograr que quede cremoso, más carne de pollo o vacuno y papitas fritas que vienen dentro del plato.
Newen Lamngen
Dirección
Artesanos 750
Santiago,
Región Metropolitana
Chile
Teléfono
Horario
Miércoles a domingo, 9 AM a 5 PM
Estacionamiento
Por calles aledañas, con propina
Edad
Todo público
Con Reserva
No
El Tata es uno de nuestros datos regalones en el barrio Franklin, uno de los locales favoritos de cocineros como Cristián “Punga” Gaete.
De hecho, se trata de una de las cocinerías mas tradicionales del barrio, que desde 1987 se ubica en el ex Matadero y donde encuentras platos como el causeo de pata ($ 5.000) o el caldo de pata ($ 4.500).
Además de una colación ($ 4.000), con un plato de fondo que cambia día a día, y pueden ser porotos con rienda por ejemplo, que viene con pan, ensalada surtida y jugo.
De los platos de la carta, prueba las guatitas a la jardinera ($ 6.000), con papas fritas por ejemplo; o el costillar ($ 6.500), con puré casero.
Además de la “plateada” ($ 8.500), de antología, que viene a lo pobre, con una buena cantidad de papas fritas.
El Tata
Dirección
San Francisco 2217
Santiago,
Región Metropolitana
8320135
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a viernes de 8.30 AM a 5 PM Sábado y domingo 8.30 AM a 6 PM
Estacionamiento
Por calles aledañas, con propina
¿Tacos desde $ 1.500? Esa es la apuesta de Tijuana Tacos, un pequeño native con barras y algunas mesas en Patronato, a cargo Natalia Landeros, una chilena que después de vivir y enamorarse de Tijuana, volvió con toda la sazón de esta ciudad mexicana.
Ahí puedes probar tacos con cebolla, cilantro, frijol y salsas desde ese precio, como el birria, de mechada picadita; de adobada, que es cerdo desmechado; o el lengua, una delicia blandita, que se pasa por la plancha con un toque de mantequilla para que quede aún más sabroso.
Otra opción es que podas los “quesatacos”, como el de chorizo ($ 3.000), que viene además con cebolla, cilantro y salsas; o el de asada ($ 3.000), de bistec.
Además de los burros, como el de pollo ($ 5.500), con frijoles, tomate, cebolla, cilantro, palta y salsas.
Bahía Pilolcura es un secreto a voces en la calle Antonio Bellet, plena Providencia. Se trata de la tienda que funciona desde 2004, famosa por sus productos fresquísimos, desde ostras hasta locos, además de erizos, ostiones, camarones, machas e incluso, pastel de centolla y ceviche.
donde además encuentras empanadas fritas, hechas en el momento, que puedes probar en un par de improvisadas mesas puestas a un costado del native, o pedir para llevar.
Hay de camarón con queso ($ 3.000), de buen calibre, jaiba ($ 3.500), con una buena cantidad de carne, ostiones ($ 3.000), o de sólo queso ($ 2.000).
Otra opción es que pruebes la de mariscos ($ 2.500), con choritos, machas y navajuelas, por ejemplo.
Los magallánicos conocen bien el Kiosko Roca, el histórico native de Punta Arenas, famoso por sus sándwiches de chorizo, los que ya son parte del patrimonio gastronómico de la ciudad.
Aunque funciona desde 1932, recién se hizo conocido en el resto del país en 2012, cuando la escogieron como la Mejor picada de Chile en una votación fashionable.
Tiene fama incluso fuera de Magallanes, tanto que se abrió en native en Santiago, en el paseo Huérfanos, que actualmente es el único aparte del de Punta Arenas.
Ahí puedes ir a conocer sus famosos choripanes, que consisten en una hallulla que se hace especialmente para el native, bien esponjosa, y rellena de una pasta de chorizo, que además lleva pollo y aliños varios, más mayonesa de receta casera.
El otro clásico que encuentras es la leche con plátano, también elaborada ahí mismo, con las que se suele acompañar el sándwich de chorizo.
Los puedes pedir por separado, a $ 700 el choripán y $ 1.100 el vaso de leche con plátano, pero también en promociones como la “Torres del Paine” ($ 2.300), que trae dos choripanes más la leche con plátano.
La oferta para comer en La Vega es abundante y, por lo mismo, a veces cuestas decidirse por un native.
Pero puedes irte a la segura en este, que no tiene nombre, salvo un “99” en su entrada. Eso y más de 10 opciones de platos, todos bien caseros, con baranda y donde ninguno supera los $ 2.000.
Si te gustan las pantrucas ($ 1.200), aquí encuentras este caldo casero y contundente, hecho con huesos, pantrucas blanditas, papas y arvejas. Una delicia.
También unos porotos ($ 1.200), que puedes pedir con mote y que vienen con trozos de patitas de chancho, tal cual se hacen en el sur, para darle textura al caldo y, por supuesto, sabor.
La Picá de Pancho Causeo es una de las picadas en Santiago legendarias. Un native con más de cien años ubicado en la esquina de Avenida Ecuador y Toro Mazote, en el barrio Pila del Ganso, comuna de Estación Central.
Famosa por el arrollado ($ 7.500 para dos), hecho en el lugar, con pura carne de cerdo, que se deja adobar con un aliño de comino ligeramente picante, y que puedes pedir con agregado como papas cocidas, papas mayo o ensalada.
O la pichanga ($ 7.500 para dos), hecha con el mismo arrollado -o si prefieres pernil, que lleva también queso fresco, papas cocidas, aceitunas, palta y cebolla en escabeche. ¡Deliciosa!
Esta es una de las picadas en Santiago con más historia. Una que lleva más de un siglo funcionando y que tenía como cliente recurring a la legendaria Margot Loyola.
Hablamos de El Grandioso Caballo de Palo, un restaurante abierto por la señora María Susana Araya hace 103 años, en una casona de la calle Cartagena, en plena comuna de Cerrillos.
Apenas entres notarás el calor de hogar, porque se saluda de beso y porque en las mesas para compartir hay manteles de hule. Pura memoria emotiva.
Luego te conquista con sus preparaciones típicas chilenas, que tienen todas el mismo precio: $ 6.000.
Como las lentejas con longaniza de Chillán o chuleta, o la enjundiosa cazuela de chancho y chuchoca.
El Palacio del Poroto con Riendas está desde 1962 en Estación Central y donde si bien el foco es la cocina chilena, los protagonistas indiscutido son los porotos.
De hecho, los encuentras en cerca de diez versiones, que van desde los clásicos porotos con rienda ($ 3.700), a platos como el Panchita Mundial ($ 7.400), unos porotos con rienda con un buen corte de lomo liso y longaniza parrillera.
Además de los Pancho villa con costillar ($ 6.600), de porotos con rienda, longaniza parrillera, costillar al horno y huevo frito. Toda una oda a este fashionable plato nacional.
Anótese y regístrese, que Hasta que te Encontré es simplemente una picada imperdible del barrio Matta. No sólo por la estética, que de esta casona de calle Cuevas, que además funciona como un espacio en el que arriendan objetos classic, además porque su menú de almuerzo, es simplemente imbatible.
De hecho, a cargo de este menú ($ 4.500), con consomé, pan con pebre, ensalada, plato de fondo y postre, está Juan Carlos San Martín, el chef que trabajó por más de 20 años en Santo Remedio.
Y tiene todo ese sabor casero, que puedes probar en opciones como las albóndigas, chuleta o pollito arvejado por ejemplo.
Además, todos los días hay papas fritas, hechas ahí mismo, cortadas a mano, deliciosas.
Ojo que hay que llegar temprano, funciona solo de lunes a viernes, a la hora de almuerzo y hasta que se agote.
Lomitos en el Persa Bio Bío puedes encontrar muchos, pero ninguno como los de La Picá de Jaime.
Abrió hace cerca de 20 años como un espacio pequeño en la esquina de Franklin con Ingeniero Obrech, a cargo de Jaime Rubilar Flores y su esposa, Eugenia González, que cuenta con una barra, además de un espacio con mesas, pero donde puedes probar los mejores lomitos del barrio.
Claro que en estricto rigor no se trata de lomito, sino de una pulpa de cerdo, que va completa a la plancha.
Es decir, mientras se cocina se van cortando jugosas lonjas, cosa de que queden doraditas por todos los lados, al tiempo que se va aliñando a punta de agua y ajo, más uno que otro ingrediente secreto. Cuando está lista, se pasa la marraqueta por la plancha para que se impregne de ese juguito.
Puedes pedir el lomo solo ($ 3.000), que viene con al menos tres jugosas lonjas de pulpa, o con tomate ($ 4.800).
Otros imperdibles son el chacarero ($ 5.200) y el italiano ($ 5.400), con una buena cantidad de palta y tomate.
En la Av. San Pablo, a la altura del barrio Yungay, abundan los locales de comida peruana, desde pollerías hasta sangucherías. Por eso misma razón llama la antención Mi Bolivia.
Y es que entre la generosa oferta de cebiches, pollo a la brasas y lomo saltado de este sector, se distingue esta picada que se especializa en las recetas tradicionales de los distintos departamentos de Bolivia, como Cochambaba, La Paz, Santa Cruz y Tarija, por ejemplo.
Platos que, además son generosos, con baranda, como se comen allá y que por lo mismo alcanzan fácilmente para dos personas, como el silpancho, que trae una sabrosa lonja delgada de carne apanada y frita, arroz, dos huevos fritos, papas hervidas y fritas y una ensalada de cebolla, tomate y pimentón cortados en cubitos.
O el pique macho ($ 7.000, foto principal), una especie de chorrillana a la boliviana, con papas fritas, vacuno, chorizo, cebolla, tomate, huevo duro, rodajas de loco y una salsa especial encima que impregna los ingredientes. Alcanza para dos personas o más.
Además, como en toda buena picada encuentras colación de almuerzo, que por $ 3.000 incluye sopa, jugo y un plato de fondo que puede ser milanesa o pollo apanado y frito con arroz.
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