El reconocido chef y empresario gastronómico Francis Mallmann ha declinado su espacio en la nómina comunicada ayer, lunes 22 de noviembre, en donde se lo mencionaba en el lugar 45 dentro de los mejores restaurantes de toda Latinoamérica.
Se trata del único restó de la Argentina ubicado fuera de Buenos Aires. 1884 Restaurante está en Mendoza, en las instalaciones de la Bodega Escorihuela, y por ahora mantiene sus puertas cerradas, decisión que fue tomada debido a los avatares de la pandemia desatada por la expansión del covid-19.
La gastronomía latinoamericana ayer celebró en toda la región de la mano de la publicación del listado de los Latin America’s 50 Greatest Eating places 2021, que este año tuvo una denominación especial: Pasado y Futuro.
Debido a la situación sanitaria mundial, esta famosa entrega de reconocimientos y rating promovido por S. Pellegrino & Acqua Panna, se decidió esta vez no realizar una nómina de los mejores restaurantes según su efficiency en el último año, sino presentar una lista de los mejores 100 espacios gastronómicos desde que se crearon estos premios, en el año 2013.
A continuación, el comunicado completo de Francis Mallmann, que posteó en Instagram:
Carta de renuncia en el 2013 de Francis Mallmann al jurado de Latin America’s 50 Greatest Eating places:
“Gracias por haberme elegido como uno de sus jueces, pero he decidido no votar más en su concurso. Sentí (que es lo que quise) en los últimos dos años, mas ahora no puedo continuar.
Miren: yo cocino hace 40 años. Como ustedes saben, la cocina es un romance de ingredientes, espacio, servicio, tiempo y silencio. Veo sentimientos contrarios en tantos de mis colegas que están tan preocupados por los premios que se pasan el año haciendo foyer ante los electores, saltando de conferencia en conferencia y, en mi opinión, perdiendo un tiempo valioso y distanciándose de los valores reales que hacen a un restaurante.
Los premios crearon un ambiente ficticio y extremely competitivo para nuestra cultura gastronómica. La innovación parece ser el principal valor. Aunque no hay nada malo en eso (innovación), se separó de los valores de un oficio en favor de lo que llaman arte. Los jóvenes cooks intentan cruzar puentes mucho antes de lo que deberían simplemente para ser diferentes, famosos o novedosos. El arte es una construcción intelectual, y la comida y el vino tienen más que ver con los sentidos y el compartir. La gastronomía y el vino nos hacen más agudos, más ingeniosos. Sólo entonces pueden estimular nuestro pensamiento y mejorar nuestra comunión con los compañeros, amigos y amantes. Sin duda, la cocina puede ser intelectual, pero debe serlo de una manera más tranquila y – me atrevo a decir – humilde.
Ciertamente, me sentí muy honrado cuando mi restaurante 1884 ocupó el séptimo puesto entre los 50 mejores restaurantes del mundo en su primer año de existencia. Pero es que mi vida en la cocina ya no tiene vínculos con este rating.
Así que les deseo todo lo mejor y les doy las gracias por haberme dejado servir en estos últimos años en su jurado.
“Compartamos el pan”.
Francis Mallmann
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