Durante la pandemia, la Ccglar llevó adelante un importante ciclo de capacitación federal sobre turismo LGBT, y al anunciarlo usted contaba que tenía dos objetivos: el primero period llevar conocimiento, buenas prácticas y tendencias; y el segundo, ver qué ocurría en cada destino y en cada eslabón de la cadena. ¿Con qué se encontraron?
– Nos encontramos con una gran sorpresa, con un panorama mejor que el que imaginábamos. Cuando arrancamos el ciclo, period digital, y eso nos permitió tomar el pulso de cuál period el estado de situación en medio de la disaster. Recorrimos así provincia por provincia, viendo la realidad de cada una. Al terminar teníamos planificado recorrer de manera presencial las seis regiones, y en la primera de estas visitas vivimos algo parecido a lo que ocurrió en el Congreso de la Faevyt en Tucumán: la alegría de volver a juntarse y comprobar que el turismo interno estaba súperactivo. Para ese primer encuentro fuimos a Puerto Madryn y nos decían: “Levantás una piedra y salen turistas”. El vuelo mismo iba lleno de cordobeses, rosarinos, salteños. Y eso se repitió en Córdoba, en San Juan y en Jujuy. Pero además, nos encontramos con que muchos tenían un muy buen trabajo prepandemia, durante la pandemia y un plan para la pospandemia.
¿Hay casos que puedan considerarse como un “modelo” a seguir”, más allá de los grandes polos como Buenos Aires o Rosario?
– Puedo poner de ejemplo a San Juan, donde me encantó ver trabajar juntos a los prestadores, los gestores culturales, los organizadores de eventos,el sector público, el sector privado. También nos pasó en Jujuy, que no solamente traccionó a sus municipios, sino también a todas las provincias de la región Norte. Por eso digo que es una grata sorpresa, y tiene que ver con el trabajo en tres patas: por un lado, la pública nacional, a través del Inprotur y la Secretaría de Promoción Turística; por otro, la privada, con la Ccglar y las demás entidades de la Cámara Argentina de Turismo (CAT); y, finalmente, la provincial, a través del Consejo Federal de Turismo.
Pablo De Luca, presidente de la Ccglar
Una de las dificultades que encuentra cualquier segmento que quiere desarrollarse es que todos los eslabones de la cadena estén coordinados, que hablen el mismo lenguaje. ¿Hay destinos del inside de la Argentina que cumplan con esto en el caso del segmento LGBTIQ?
– Al principio de la pandemia había varios que estaban fuera del ritmo que vienen llevando otros destinos, pero la pandemia puso a todos en cero y los puso a pensar en que podían ganar un terreno que no habían transitado. Puedo insistir en el caso de Jujuy, que no tenía el mismo ejercicio de trabajar en el LGBT que tenía Salta, y hoy se los puede ver a la par. Y creo que tiene que ver con que este tiempo de pandemia se invirtió en trabajar juntos y aprender de las cosas que otros ya habían hecho. La prueba remaining va a estar cuando estemos todos al 100%. Hubo muchos proyectos desarrollados en el medio. Por ejemplo, hace años que queríamos desarrollar un observatorio económico del turismo LGBT, para tener un soporte de números que nos dé mucha más solidez. En pandemia lo pudimos generar, y completar la primera etapa, capacitando a los referentes técnicos en cada provincia y haciendo un pool de ciudades de muestreo.
¿Cuanto cambia el hecho de tener números concretos el trabajo para desarrollar y vender la oferta?
– Un montón. Hay un número que me encanta resaltar siempre: si tomo los números de Kantar Consulting para Latinoamérica, ellos dicen que en Argentina no somos 3 millones de personas LGBTIQ adultas, sino que tenemos que estimar que somos casi 6 millones, en números conservadores. Entonces, si estamos hablando de que en un país de 40 millones de habitantes tenemos casi 6 millones de personas adultas LGBTIQ, no estamos hablando de un pequeño nicho, sino una parte importante del mercado. Y si encima ese segmento viaja casi cuatro veces más que la media, estás hablando de una porción muy importante para nuestro sector.
Hay que tomar conciencia de que, más allá de los sesgos y prejuicios, son muchas personas, y no tener una política clara para con ellos es un error comercial. Obviamente, más allá de que lo correcto es incluir.
De Luca asegura que casi 6 millones de los 40 millones de habitantes de la Argentina pertenecen a la comunidad LGBTIQ, lo que sigbnifica una porción importante del mercado
¿Este es un poco el eje de este Gnetwork 2021? Me refiero a la combinación de la reapertura, las nuevas condiciones del mercado y el peso actual del segmento en la demanda?
– Sí, porque parte de romper el prejuicio, que es un trabajo que hacemos desde hace muchos años, es transmitir que no consumimos un producto de nicho, enlatado y de colores. Consumimos los mismos productos que todo el mundo, pero claramente priorizamos a aquellos que nos hablan en forma directa, visibilizándonos, y no neutralizándonos en la multitud. Tal vez hay destinos que no trabajaron esto en los últimos 15 años, pero que hoy lo hacen muy ajustados a esto de tener perspectiva de género, inclusión actual, de hablar de distintos cuerpos, de distintos colores de piel, de pensar la inclusión como algo más amplio que lo LGBT. Nosotros lo vemos y es ahí cuando se supone que, entrando en el cliché del advertising and marketing, nos volvemos “leales”.
¿Cómo va a ser la dinámica de este Gnetwork, el primero presencial tras la pandemia?
– Los días 16, 17 y 18 de noviembre son las sesiones educativas y las reuniones de negocios, y el 19 es la cena de clausura, con los reconocimientos a la gente del sector. Efectivamente, lo que va a definirlo es el reencuentro. Desde que comenzamos a trabajarlo, la intención siempre fue la que estamos cumpliendo ahora: que sea 100% presencial. Pero como lo híbrido vino para quedarse, y hay un montón de gente que tampoco antes de la pandemia podía venir, estamos armando una especie de programa diario, con un combine entre pregrabado y grabado en vivo, dispuesto en un streaming al remaining de cada jornada. Justamente, también vino para quedarse el Masterclass, que va a ser en abril de 2022, que va a seguir siendo 100% digital, y va a servir para ampliar audiencia.
¿Cómo se van a organizar las distintas jornadas?
– Le dimos un poco más de peso al primer día, incorporando un foro de liderazgo y diversidad, no sólo vinculado a la orientación sexual, sino también de accesibilidad, sustentabilidad y otros ejes. Y para eso invitamos a gente increíble (la gran mayoría no han estado en otras ediciones).
Pablo De Luca confirmó que el Masterclass seguirá en pie y se realizará en abril de 2022
Uno de los diferenciales del Gnetwork es que suele contar con ponentes que son referentes internacionales, los cuales consideran al evento como el número uno del segmento en Latinoamérica. ¿También lo entiende así?
– Hoy, el Gnetwork es uno de los tres grandes eventos LGBT a nivel international. De verdad se nos fue yendo de las manos, porque lo han adoptado quienes vienen a hacerlo. Esto va más allá del compromiso que tenemos con el Inprotur y la CAT; Gnetwork es la gente, tanto los que vienen a vivirlo como los que vienen a compartir experiencias.
En la última edición, de 2019, habíamos creado un espacio pensando en las mujeres como protagonistas del sector. Este año dijimos “no hagamos algo separado, incorporemos la perspectiva de género al día de liderazgo y diversidad”. Van a ver entonces que ese día está completamente teñido de perspectiva de género.
¿Qué más va a haber?
– De todo. Desde los CEO de compañías como Corteva o Syngenta, dos de las agroquímicas más grandes del mundo; viene IBM; la directora de Capital Humano de Aerolíneas Argentinas; la directora de Diversidad e Inclusión de Delta para Hispanoamérica; viene la subdirectora ejecutiva de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), que viene a hablar de la interseccionalidad entre discapacidad y el turismo LGBT; y va a haber testimonios muy interesantes de varones trans y mujeres trans que trabajan en distintas organizaciones argentinas, y van a ser entrevistadas por Franco Torchia. Y vamos a contar con mujeres líderes de turismo, desde luego, e incluso todas las mujeres de la Mesa de Género de la CAT van a tener algún tipo de protagonismo.
Durante la pandemia, las mujeres han pasado a tener una mayor representatividad en el plano institucional en Argentina. ¿Se trata de avances concretos o todavía son simbólicos?
– Para mí el avance es concreto cuando veo a las mujeres sentadas en esos lugares. Por supuesto que se puede llevar al terreno académico la cuestión de “cupo sí o cupo no”, pero cuando hay una cantidad de personas paradas arriba de un privilegio, no está mal que un cupo rompa ese modelo. Probablemente en el futuro no se necesite. La realidad es que hoy nadie cuestiona que un varón mediocre llegue a un puesto, pero a las mujeres se les exige que lleguen las mejores. Está bueno que haya más mujeres en puestos de conducción sectorial, empresarial y en el sector público.
” Fuentes www.hosteltur.com ”