Don Lay ha resurgido de sus cenizas tras cerrar su primera etapa en el año 2015 y brilla con luz propia en la esquina de la calle Castelló de Madrid con María de Molina desde el verano de 2019, con todo lo que ha pasado desde entonces y que tanto ha lastrado al sector de la hostelería.
Así que la buena salud de este restaurante de alta cocina cantonesa es símbolo de su buen hacer tras los fogones y de la enorme gestión de su dueña, Nieves Ye, que siempre ha pensado que “Madrid merecía un restaurante chino de verdad”, tal y como contó en esRadio, y lo ha conseguido.
En la entrada de Don Lay encontramos su Chinese language Bar, en el que puedes degustar de forma rápida sus famosos dim sums con un amplio abanico de cócteles, como el Dracarys, un homenaje a la serie Juego de Tronos y el “fuego del dragón”. Pero si quieres disfrutar de la totalidad de su amplia carta te recomendamos que pases a su restaurante, en el que el estilo oriental da paso a una formalidad en la que e cuida cada detalle para que el ambiente acompañe a las delicias de esta cocina, compuesta íntegramente por cocineros chinos.
Para empezar con esta espectacular propuesta gastronómica, el canelón de langostino crujiente, con pasta de arroz alargada y rellena, elaborada al vapor y que ya te adentra en este universo sensorial que te llevará al Lejano Oriente.
Pero si decimos que en Don Lay se comen los mejores dim sums de Madrid es porque son especialistas. De hecho, Nieves Ye tiene la empresa Wan Run que elabora infinidad de estos pequeños bocados para otros muchos restaurantes. El hakao de bogavante azul te convence lo que acabo de escribir. Su ligera masa de harina de trigo o arroz envuelve el marisco para que no moleste en tu boca.
A la misma altura está el xiao lengthy bao de pollo y trufa. Pero si lo que quieres es gozar al máximo, tienes que probar el xiao lengthy bao shangai. Te avisan de que lo tienes que comer con cuchar y de un solo bocado porque está relleno de lomo de cerdo, txangurro y caldo de gallina. Es decir, que al metértelo en la boca y masticarlo, la pasta dejará paso al caldo que te invadirá por completo en una perfecta conjunción con el sabor del cerdo y del marisco. En palabras de la propia Nieves Ye, “la cocina cantonesa está muy basada en dim sums, raciones pequeñitas hechas con mucho corazón”.
Como ves, para comer en este restaurante lo mejor es que te olvides del resto de chinos que hayas probado en nuestro país, ya que aquí se come muy bien, con materia de primera calidad. El 90% de la materia prima que emplean procede de proveedores españoles y sólo el 10% viene de China como especias como la pimienta de Sichuan o la salsa de ostra.
Además de la buena cocina y del atento servicio, en Don Lay cuentas con una muy buena carta de vinos, algo extraño en un restaurante chino, pero como ya hemos dicho que éste no es un templo de la cocina oriental al uso, no nos extraña que los ‘caldos’ también estén bien seleccionados y cuidados. Para esta ocasión me decanto por un vino Blanco Le Domaine de Abadía Retuerta, un vino de guarda y de terruño obtenido en su mayor parte a partir de Sauvignon Blanc, al que se le añade un toque de Verdejo y una pequeña alquimia de otras variedades blancas dependiendo de las características de la añada.
Otro de los platos que te sorprenderán y lo pondrás en tu lista para repetir, recomendar y recordar es la berenjena cantonesa en salsa, acompañada de arroz blanco con lomo de cerdo picado y miga de bacalao. Otra recomendación de la amable Mimi con la que las palabras se queda cortas. De verdad es que un plato espectacular, con mayúsculas.
Y tampoco te puedes ir de Don Lay sin probar el pato laqueado, también de los mejores si no el mejor de la capital. Su elaboración da muestras de su gran sabor ya que está asado en un horno traído de china con forma cilíndrica para que se mantenga el calor hasta la tripa del pato durante los 70 minutos que estará al fuego. El toque de la piel crujiente lo consiguen después de tratar con mucho mimo el pato para dejarlo limpio de grasa y darle un brochazo de vinagre, después se cuelga durante 12 horas en el secadero refrigerado. La carcasa se la llevan para elaborar una deliciosa sopa que te traerán a continuación. El pato lo comes con el pepino y la salsa hoisin como si fuese un taco mexicano.
Para terminar la experiencia gastronómica, el hojaldre de yemas con forma de cisne y helado de vainilla, con un masa suave y muy rica.
Don Lay es un restaurante perfecto para ir en familia, con pareja, para una primera cita o para compartir mesa con amigos. Su ticket medio oscila entre los 45 y 55€, en función como siempre de la bebida. Como apunte anecdótico: no dejes de visitar los baños, como puedes ver en la galería de fotos.
” Fuentes www.libertaddigital.com ”