El fabricante alimentario Ebro Meals, dueño de marcas como Arroz SOS o pastas Garofalo, avisa en su informe de resultados del tercer trimestre del impacto que está empezando a tener la inflación provocada por la disaster de suministro y el alza de las materias primas.
Una situación que se ha acentuado desde junio, según explica la empresa, y que afecta a varios ámbitos. El primero, el transporte, con “una subida de los fletes que en muchos orígenes, sobre todo los asiáticos, llega a multiplicarse por 10”; el segundo el energético, “que triplica su coste en los últimos meses”, los envases, con elementos como el plástico que han incrementado su coste por “el aumento de precio del petróleo”, y también el papel o el cartón; y el último issue, una mala cosecha de trigo duro en Norteamérica, “que ha hecho que el precio medio del mismo se haya prácticamente duplicado desde principios de agosto”.
Con todos estos elementos, la compañía que preside Antonio Hernández Callejas calcula una subida de costes de 83 millones de euros para este año respecto a los que registró el ejercicio pasado. Y como reconoce, lo está empezando a transferir a los lineales.
En el negocio arrocero, explica Ebro Meals, “hemos tenido que empezar a implementar una política de subida de tarifas“, que empezó en Norteamérica y ya aplica en Europa. En este caso, juegan un papel clave el encarecimiento de los precios del transporte de los arroces aromáticos, que proceden de Asia; una cosecha en EE UU un 15% inferior; y una seguía en Andalucía que ha provocado una reducción de su área de siempre del 50%. Todo ello, “junto al agravante de la inflación energética y de los envases”, explica las subidas. En esta división, las ventas hasta septiembre retroceden un 5,4% respecto al año pasado, hasta 1.312 millones, al desaparecer las compras de acaparamiento provocadas por la pandemia, aunque siguen un 6,6% por encima de 2019. Destaca la compañía que “nuestras ventas de productos de más valor siguen con crecimientos de doble dígito, especialmente los productos microondas”.
En el caso de la pasta, también describe “subidas de tarifas” para compensar incrementos en costes, como los del trigo duro europeo, que ha pasado de 295 euros la tonelada a 465 euros, “la inflación más fuerte observada en esta materia prima desde 2007”. En este negocio, las ventas hasta septiembre alcanzan los 811 millones de euros, un 2% menos que el año pasado y un 7% por encima de los niveles de 2019. Ebro destaca un fuerte crecimiento en la pasta fresca en Italia, Francia y Canadá.
Al cierre del tercer trimestre, Ebro Meals muestra unos ingresos totales de 2.082 millones, un 3,5% menos que en 2020, pero consigue establecerse en unos niveles un 7% superiores a los de antes de la pandemia. Solo en el tercer trimestre los ingresos crecen un 4,8% anual al reflejar las subidas de precios efectuadas en algunos mercados.
El beneficio neto sube un 5,8% hasta 155,2 millones, gracias a las plusvalías generadas por las ventas de activos realizadas durante el ejercicio, y que ascienden a 30 millones. La deuda neta está en 94 millones y el circulante crece en 111 millones frente al cierre del ejercicio 2020, “por las fuertes posiciones tomadas ante la imparable inflación de las materias primas en destinos”.
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