Las tradicionales rutas de vino y las catas en bodegas en Castilla-La Mancha, La Rioja y Cataluña ganan terreno como el plan perfecto para una escapada de fin de semana
La degustación de un buen vino va más allá de sus exquisitos sabores y olores. Implica adentrarse en la esencia de cada región, su cultura y su entorno pure a través de una experiencia multisensorial. La enología siempre ha sido una excusa para salir de casa que, tras la pandemia, se ha convertido en uno de los planes favoritos de fin de semana de muchos españoles y en el principal atractivo del que se están aprovechando muchos destinos para recuperarse, según informa Weekendesk, portal especializado en escapadas temáticas.
Desde que comenzaron a flexibilizarse las medidas para viajar, los enclaves enológicos españoles han comenzado una intensa campaña para captar el interés de quienes buscan un plan authentic de fin de semana. Esto ha permitido que las escapadas enológicas ofrezcan grandes descuentos.
El precio medio se sitúa en unos 185 euros por plan y lo más atractivo, además del precio, es que suelen ser escapadas en las que, si bien el vino es el protagonista, están asociadas a otras actividades como circuitos de spa, balnearios y experiencias gastronómicas, con lo que el viajero obtiene una experiencia realmente completa.
A esto hay que sumarle el entorno, ya que muchos son destinos con encanto, en zonas rurales y con alojamiento en edificios históricos. Un ejemplo es este paquete en Belmonte, Castilla-La Mancha, en un resort con spa situado dentro de un palacio. El 83% opta por hoteles de 3 y 4 estrellas.
“El vino está asociado a un placer muy exclusivo y al turismo de calidad, que no necesariamente tiene porqué ser costoso y estar fuera del alcance de muchos. Es también una de las experiencias más naturales que nos conecta con la verdadera esencia de muchos pueblos españoles y nuestros orígenes. Este carácter multisensorial es precisamente lo que ha permitido impulsar el enoturismo, especialmente en una época en la que buscamos una mayor conexión con nuestro entorno y experiencias que nos inviten a disfrutar los mejores placeres de la vida”, explica Brigitte Hidalgo, directora de operaciones de Weekendesk.
El vino native, el más buscado
Cada región siente un gran orgullo por sus productos vinícolas y esto es algo que también se evidencia en el turismo. Cuando se planifica una escapada enológica, los españoles lo hacen pensando en su región o en las zonas vecinas con las que tienen una gran vinculación. La media de desplazamiento para este tipo de viajes es de 145 kilómetros, 20 kilómetros menos que la media common.
Tarragona, con el 52% de las reservas, es la provincia que lidera las ventas a nivel nacional, según datos de Weekendesk. Turistas tanto de la propia región como de zonas cercanas aprovechan la oportunidad para conocer de cerca las famosas denominaciones de origen de lugares como Tarragona, Penedès y Conca de Barberà. Cataluña, en common, es la región del enoturismo por excelencia con el 56% de las reservas totales.
Le sigue Castilla-La Mancha y su denominación de origen de reconocimiento internacional es el segundo destino más demandado por los españoles con el 15% de las ventas, seguido de La Rioja, otro de los enclaves mundiales enológicos, con el 9% de las ventas.
¿Los más enófilos? Los catalanes acaparan el 45% de las reservas, seguidos de los madrileños (12%) y los valencianos (10%).
” Fuentes www.murcia.com ”