“El miedo asegura nuestra supervivencia” y, por tanto, una cierta dosis es necesaria, pero aprender a manejarlo resulta muy útil en todas las facetas de la vida. Elena García Donoso, experta en gestión del miedo e instructora de alto impacto y Firewalking, ha explicado cuáles son los principales temores que sufre el agente de viajes en la situación precise ofreciendo consejos para darles la vuelta durante su intervención en el Congreso Anual del Agente de Viajes que ha organizado Hosteltur esta semana en formato on-line bajo el título de “Agente de viajes: las claves de una profesión con futuro”.
Como punto de partida señaló que “el 90% del miedo que sufrimos en este vida es por situaciones que nunca llegan a suceder”. Cuando una emoción como esta es muy intensa, nos parece imposible dominarla.
En la sociedad precise “tenemos seis grandes miedos, y el miedo al cambio es uno de los grandes protagonistas“, junto al miedo a sufrir o al fracaso. García Donoso ha entrevistado a agentes de viajes y ha identificado cuatro grandes miedos que suponen sus más fuertes preocupaciones y que aparecen en el cuadro a continuación.
El primero es el miedo a web, el creer que el cliente ya no va a necesitar al agente porque puede encontrar todo en Google, que no puede hacer más por él. Pero al contrario, hay que pensar en cómo aprovechar la información que web me ofrece para aportarle valor al cliente.
El segundo es el miedo a la digitalización. “Creemos que las máquinas lo van a hacer todo, hablamos mucho de automatización”, pero “sin embargo, hay algo que nunca jamás va a ser sustituible, el factor humano, porque las máquinas podrán hacer muchas cosas pero nunca van a entender cómo se quiere sentir un cliente cuando le preparáis el viaje de sus sueños”. Lo que el agente puede hacer con la digitalización es preguntarse “cómo humanizo yo un proceso que la máquina me agiliza”.
El tercero es el miedo a la incertidumbre. “La incertidumbre es el alimento del miedo y hay que reconocer que a vosotros os han empachado”. Y recordó que Kant decía que “la inteligencia de un hombre se mide por el grado de incertidumbre que es capaz de soportar”. Pero “para la incertidumbre también se puede tener un plan”. Y esto se hace con escenarios: “definimos el mejor y peor escenario y ubicamos lo que puede pasar en medio” y a partir de ahí, trazamos una planificación.
El último es el miedo al futuro, frente al que la clave es pensar “los pasos que daremos hoy y que nos lleven al mañana que buscamos”, porque “no hay futuro sin acción, igual que no hay valientes sin miedo”.
” Fuentes www.hosteltur.com ”