Oaxaca de Juárez.- Innovar ante la disaster es la thought que motiva a un grupo de ocho empresas oaxaqueñas que han creado una nueva ruta turística en el estado: “Manos, sabores y colores de Oaxaca” es su nombre.
Álvaro López Jiménez y su hermano José tienen más de 30 años de experiencia creando tejidos artesanales en telar de pedal; su taller, Textilera del Manantial, se encuentra en las afueras de la ciudad de Oaxaca, en la agencia municipal de Pueblo Nuevo, alejada de los destinos turísticos tradicionales.
Cuenta que estaban acostumbrados a vender sus productos en ferias y encuentros artesanales en todo el país, pero la pandemia de Covid-19 derivó en que este tipo de eventos fueran cancelados, y con ello, que productores como Álvaro y José perdieran su principal mercado y fuente de ingresos.
Los efectos de la pandemia en la industria turística en México fueron desastrosos; según los datos del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) y el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anahuac (Cicotur), la balanza turística reportó en el trimestre de enero-abril de 2021 una caída de 25.1% y 48.4%, en comparación con los mismos periodos de 2020 y 2019, respectivamente.
Foto: Mario Arturo Martínez
Textilera del Manantial, concuerdan, es un buen punto de partida en esta nueva ruta para el turismo. Fue en este taller donde se gestó la thought una tarde, mientras los hermanos López entregaban unas cortinas hechas a medida al productor de mezcal Armando Isidro Aquino.
Hablaron sobre la disaster en el sector y las posibilidades de la zona: “Empezamos a recorrer los lugares entre nosotros, [Armando] vino al taller, le hicimos la demostración de los textiles, fuimos a ver al señor de los alebrijes, le platicamos la idea y le gustó; luego fuimos al palenque de don Armando, y así fuimos desarrollando [el proyecto] a raíz de la pandemia, entre pláticas, así fuimos creando la ruta” recuerda Álvaro López.
Por su cercanía, el segundo punto en la ruta está ubicado en la agencia municipal de Trinidad de Viguera, en el borde de la ciudad y colindando con el municipio de San Pablo Etla. Ahí se encuentra el taller Tribus Mixes, un lugar dedicado a la creación de artesanías talladas en madera, principalmente alebrijes.
Las rutas turísticas en Oaxaca suelen contemplar visitas por las comunidades cuya población se dedica enteramente a la elaboración de algún producto cultural.
Foto: Mario Arturo Martínez
Es el caso de las familias de Teotitlán del Valle, en la región Valles Centrales, en donde producen y comercializan tapetes y otras creaciones de lana teñida. O el de San Martín Tilcajete, famoso por sus alebrijes de madera de copal.
“Manos, sabores y colores de Oaxaca” se caracteriza por salirse de este esquema y adentrarse en las colonias y agencias populares que comparten la capital del estado y el distrito de Etla.
Tribus Mixes, por ejemplo, lleva 20 años tallando alebrijes en Trinidad de Viguera, tiempo en el que ha obtenido el segundo lugar en el Desfile y Concurso de Alebrijes Monumentales que cada año organiza el Fideicomiso del Museo de Arte Standard Mexicano en la Ciudad de México y sus piezas son reconocidas y vendidas en todo el país.
No obstante, en el imaginario colectivo, los alebrijes oaxaqueños están relacionados con comunidades como San Martín Tilcajete o San Antonio Arrazola y no se piensa que su producción también se desarrolla en lugares como Trinidad de Viguera o San Pedro y San Pablo Ayutla, en la región Mixe
Para el visitante primerizo es fácil cruzar, sin darse cuenta, la línea invisible que divide la capital oaxaqueña del municipio de San Pablo Etla, en dirección contraria a la zona tradicionalmente mezcalera de los Valles.
Ahí se encuentra Casa Ancestral, el palenque de Armando Isidro Aquino, un hombre que transmite su pasión por el mezcal en cada palabra.
Foto: Mario Arturo Martínez
Por su palenque se puede apreciar de primera mano el proceso completo de la producción del mezcal; es posible apreciar las semillas secándose, recorrer el vivero en el que crecen los pequeños agaves, pasar por los sembradíos de maguey, hasta llegar al tradicional horno de leña, junto con los alambiques en los que se destila y condensa la bebida alcohólica conocida por ser la más emblemática del estado.
Recorrer el palenque escuchando cada parte del proceso en viva voz de don Armando es toda una experiencia, y ese es precisamente el distintivo en esta ruta, sus organizadores la han diseñado para que, en cada parada, quien la recorra se quede con una experiencia marcada.
“El concepto de la ruta es que vivan la experiencia de cada lugar; aquí en los textiles, que vivan la experiencia de subirse en un telar, involucrar en el proceso de lo que cada uno producimos, así también hacemos una revaloración de los productos hechos a mano de manera artesanal; igual con los alebrijes se ponen las pinturas, la figuras, los pinceles y un maestro les va guiando, ya con el mezcal se va al campo de cultivo, se explica el crecimiento del mezcal, destilación y el producto final”, explica Álvaro López.
La ruta continúa. Se pueden visitar producciones muy variadas como la del quesillo o el beneficiado del café en el municipio de Soledad Etla. También está la opción de conocer Selvática, una empresa dedicada a la manufactura de productos comestibles, cosméticos y de aromaterapia, elaborados a base de plantas, flores y frutos, todos completamente orgánicos.
Otro destino incluido en la ruta es un espacio en el que se practica la escultura en cantera, trabajo realizado por el artesano Édgar Martínez en el municipio de Magdalena Etla; siempre manteniendo el eje del turismo de experiencia, pero abriendo también la posibilidad de crear vínculos comerciales entre las empresas productoras y las personas que realizan el recorrido.
El visitante entonces puede llevarse a casa no sólo una artesanía o un objeto, sino un nuevo conocimiento sobre algo que hasta entonces desconocía, e incluso, un nuevo contacto de negocios.
Foto: Mario Arturo Martínez
“Buscamos dos cosas: que vivan una experiencia a través de un contacto directo con el productor y que también se vea una oportunidad de negocio; por ejemplo, vienen de Guadalajara o CDMX o cualquier lugar y le dicen: ‘Mira, tengo estos productos, te puedo surtir y tu puedes vender en tu ciudad’. Entonces estamos creando una posibilidad de negocio, puedes ser distribuidor de estos productos en tu ciudad”, explica Armando.
Esta ruta está pensada para recorrerse de manera whole o parcial, de acuerdo con los intereses de quienes la visitan, el orden del recorrido también puede adaptarse a los gustos personales de la persona o el grupo en cuestión, pero los organizadores señalan que siempre buscan cerrar con broche de oro y no hay mejor forma de hacerlo que conociendo Maíz, Cocina Tradicional, en donde se encuentra Noemí López Hernández, afamada cocinera tradicional de la localidad de Matadamas Etla.
Mimí, como cariñosamente la conocen en la comunidad, hace un delicioso despliegue de la gastronomía del Valle de Etla en su restaurante; en 2019, obtuvo el título de cocinera maestra en el Encuentro de Cocineras tradicionales de Oaxaca, gracias a su forma de preparar el platillo de mole de pipián con nopalitos.
Son muchos los lazos que unen a quienes forman parte de la ruta “Manos, sabores y colores de Oaxaca”.
Sus integrantes comparten metas y proyectos, y de manera no planeada también comparten un fuerte aprecio por la conservación y el cuidado de la naturaleza; quien recorra esta ruta podrá identificar esta afinidad en los plácidos jardines de Tribus Mixes, en las historias que cuenta Mimí sobre los campos de azucenas, en los proyectos de reforestación que llevan a cabo los hermanos López Jiménez o en la forma en que con tanta pasión el mezcalero Armando Isidro cuida el ecosistema en sus plantíos de maguey.
” Fuentes oaxaca.eluniversal.com.mx ”