Tras decenas de meses difíciles de pandemia, sanar, revitalizarse y el deseo de volver a viajar brotan con fuerza. Entre quienes tienen la posibilidad económica, es un plan al que se destina ahorro. Este tiempo incierto cambió la forma de hacer turismo y también el concepto del lujo.
“El deseo de viajar está más presente que nunca, pero lo que cambia en este contexto son las preocupaciones y los valores de los viajeros, que ahora buscan propuestas que les brinden seguridad y confianza ante imprevistos, y los motiva aliviarse del stress a través de pequeñas escapadas, conectarse con la naturaleza y disfrutar de sus afectos“, describe un estudio presentado por American Categorical en ocasión del relanzamiento de The Platinum Card, tarjeta que deja el plástico para convertirse en steel en línea con el concepto de experiencias duraderas.
El sondeo -que abarcó una muestra de 385 personas del segmento ABC1, de todo el país, con predominio de mujeres y de un público de entre 51 y 60 años- reveló que el principal motivo de ahorro de los encuestados sigue siendo viajar apenas se pueda (43%). Si bien algunos pudieron hacerlo durante la pandemia, ansían poder hacerlo sin condicionamientos.
“Hay un quiebre respecto a la concepción del lujo. El disfrute no desaparece sino que se potencia. El lujo está en el contacto continuo con la naturaleza, experiencias personalizadas, alojamiento exclusivo, transportes privados”, indicaron los especialistas convocados por American Categorical que, junto con el relanzamiento, reforzará los beneficios de la tarjeta. Para los encuestados, las experiencias de lujo tradicionales no son percibidas como factores decisivos a la hora de planificar un próximo viaje. El disfrute personalizado con la naturaleza y los alojamientos exclusivos toman ese lugar, tanto en destinos nacionales como internacionales. El 47% destacó que le gustaría contar con travesías naturales con actividades off street (vistas y circuitos especiales, almuerzos/cenas en paisajes naturales).
La principal motivación para viajar tiene que ver con cuidar la salud psychological: 53% de la muestra busca tomarse unas vacaciones; al 51% del complete lo motiva aliviar el stress de los últimos meses.
El consumo y los microgustos
El turismo interno gana lugar entre los encuestados para escapadas más cortas. Este interés va en sintonía con el nuevo disfrute que parece haber nacido en las personas durante la pandemia. Se trata de micro experiencias o “micro placeres” momentos simples y únicos que conectan con el bienestar físico y emocional a través de pequeños rituales como comer un buen chocolate o ver una película en familia.
“En distintos países se ve la búsqueda de pequeños placeres en la vida cotidiana. Hay un pequeño renacimiento: querer estar mejor. Tuvimos tiempo para reflexionar qué cosas nos hacen bien, qué trabajo hacemos, cómo vivimos, qué consumimos. Se toma ahora la salud y el bienestar como valores fundamentales. Hay una apertura de las personas a repensar sus rutinas. Se busca decidir a futuro basados en lo que nos hace bien y eso incide en los requerimientos también frente a las empresas. Es una tendencia que ya venía y tuvo expansión”, explicó Laureano Mon, analista de tendencias convocado por la marca.
Según la encuesta presentada, disfrutar de las plataformas de streaming y los espectáculos en vivo (30%) y realizar actividades o consumir productos orientados al bienestar como yoga o masajes (30%) fueron las opciones más elegidas durante los últimos tiempos, seguidas por la decoración y diseño para el hogar (25%). Consultados por las principales motivaciones de consumo en pandemia, el 52% eligió la opción “para darme un gusto”, mientras que el 48% las eligió en reemplazo de un viaje.
” Fuentes www.baenegocios.com ”