El Departamento de Salud aseguró este jueves que no hay casos de COVID-19 entre la tripulación y los viajeros del crucero Symphony of the Seas de la compañía Royal Caribbean, que realizó hoy una parada con 1,126 pasajeros en el muelle de San Juan.
No obstante, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas inglés) colocaron a la embarcación en estado amarillo ante la posibilidad de contagios o casos confirmados de COVID-19 a bordo. El barco estará hasta las 6:00 p.m. en la capital.
“No hay notificación de ningún caso de COVID-19 entre la tripulación y los cruceristas del Royal Symphony of the Seas que llegó por primera vez hoy a Puerto Rico. El personal del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Aeropuertos y Puertos Marítimos del Departamento de Salud visitó las facilidades médicas dentro del barco en horas de la mañana y se reunión con el componente médico. Existe la posibilidad de que el CDC no haya actualizado la información o que la embarcación no haya sometido sus informes a tiempo”, reclamó el Departamento de Salud en unas declaraciones escritas enviadas a El Nuevo Día.
Según el portal de los CDC, la última actualización de las clasificaciones de los cruceros se realizó ayer, miércoles, con información recibida el martes pasado. La llegada del barco se produce en momentos en que la isla experimenta un marcado aumento en casos positivos y hospitalizaciones a consecuencia de la enfermedad.
Un crucero es colocado bajo estatus amarillo si cumple con uno de tres escenarios: que su tripulación se encuentran en o sobrepasó el umbral que activa una investigación, si sus pasajeros se encuentran en o sobrepasan el umbral para una investigación, o si agencias locales o federales notifican a los CDC sobre casos o contagios que hayan ocurrido dentro de los cinco días en que el barco zarpó.
La Autoridad de Puertos (AP) informó la semana pasada que firmaron un acuerdo de entendimiento con Royal Caribbean, en el que también participaron Salud y la Compañía de Turismo, para asegurarse que el 100% de todos los pasajeros y tripulantes en esta embarcación elegibles para recibir una vacuna estén inoculados para que el barco pueda atracar en Puerto Rico.
Mientras, las personas no elegibles para vacunas, entre ellos los menores de 12 años, tendrán que hacerse una prueba de COVID-19 en el propio muelle antes de embarcar un crucero con destino a Puerto Rico, y esperar el resultado para poder abordar.
Por la posibilidad de contagio a bordo de un crucero, los CDC recomendaron a los pasajeros a que se vacunen contra el COVID-19, a la vez que exhortaron a las personas que no están completamente vacunadas a que desistan de esta actividad.
“Los CDC reconocen que no es posible que la navegación sea una actividad de riesgo cero para la propagación de COVID-19. Navegar siempre presentará algún riesgo de transmisión de COVID-19″, aseguró la agencia federal en su página internet.
El primer crucero en llegar a Puerto Rico tras la reactivación de esta industria fue el Carnival Mardi Gras, que igualmente fue colocado en estado amarillo por los CDC. En aquel momento, Salud también rechazó casos de COVID-19 en la embarcación.
” Fuentes www.elnuevodia.com ”