El viaje hacia mundos posibles e imposibles empezó desde niño, cuando leyó a Julio Verne. La pasión por descifrar las claves del escritor francés de ciencia ficción, que imaginó el mundo con más de cien años de anticipación, lo acompañó a lo largo de toda su vida y esperó el confinamiento de la jubilación y la cuarentena forzada de la pandemia world para culminar su sueño. Guillermo Gómez Paz (Cartagena, 1945) había escrito notas de los asombros que le robaron el sueño durante años, y cumplió el deseo escribiendo y publicando Las claves de Julio Verne. La novela e aventuras de Nueva Forma (2020).
“En los años finales del siglo pasado hice notas e indagué sobre diferentes aspectos vernianos. Ordené ese cúmulo de información y lo actualicé a fines de la década pasada, cuando tomé la decisión de pensionarme”, confiesa Guillermo Gómez Paz. (También le puede interesar: El día que el hombre pisó la Luna)
“Libros Editorial se interesó en él y lo publicó en edición digital en diciembre pasado. En cuanto a hallazgos fantásticos durante la investigación y escritura del libro, destaco la fantasiosa insinuación de un escritor español, en un libro publicado por Plaza & Janés en 1977, de ‘una influencia de algo extraterrestre’ en algunos famosos; entre ellos Julio Verne, a raíz de las varias coincidencias entre su viaje lunar y el del Apolo VIII. Lo menciono en mi libro”.
Guillermo Gómez es graduado en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Cartagena y es Grasp en Relaciones Industriales de la College of Wisconsin. Y miembro consultivo en la Junta Directiva de la Sociedad Hispánica Jules Verne. Otra de sus pasiones es leer las obras del inglés W. Somerset Maugham por “su conocimiento profundo de la naturaleza humana”, la serie Millennium del sueco Stieg Larsson.
¿Considera que la mente de Verne fue clarividente?
– Mucho de lo imaginado por Verne se ha hecho realidad. La explicación racional es que se trata de geniales extrapolaciones a partir de lo que se conocía o de las concepts de quienes experimentaban y soñaban en la época y no de inventos o profecías del escritor. Los medios de viaje vernianos, como el submarino del Nemo, o de rutas como la seguida por el Capitán Hatteras para alcanzar el Polo Norte, pueden ser considerados “proyecciones” de un conocedor profundo de lo que estaba en gestación, dueño de una mente genial capaz de crear ficciones únicas, muy distante de ser una especie de Nostradamus. No es difícil encontrar que los ingenios vernianos como el Nautilus y las aeronaves “más pesadas que el aire” de Roburel Conquistador, para mencionar solo dos ejemplos, se basaron en proyectos rudimentarios o artefactos experimentales de la época. Si se investigan los Viajes de la Tierra a la Luna y Alrededor de la Luna de Verne y se comparan con el del Apolo VIII, se explican muchas de las coincidencias por la aplicación en ambos casos de leyes de la Física y la Mecánica celeste y de cálculos hechos por Verne, debo señalar que muy bien asesorado, y por los astrofísicos de la NASA.
¿Cómo es la relación suya con los viajes y la aventura de imaginar mundos paralelos que parecían imposibles?
– Al principio, sorpresa por lo que se lee; y luego, admiración por quien los imaginó y por la forma cómo los ideó y plasmó en novelas para que parecieran verosímiles a los ojos del lector. En especial, la decena de Voyages que verdaderamente se salían de lo común. El subtítulo de la serie de los Viajes Extraordinarios es Viajes en los mundos conocidos y desconocidos. Lo admirable en Verne es el cúmulo de ardides literarios de que se valió con aquella finalidad, para crear la “novela de nueva forma” dentro del género del libro de aventuras, anunciada al despedirse de sus colegas agentes de la Bolsa de París, donde trabajaba para subsistir precariamente mientras escribía obrillas teatrales y narraciones cortas de escaso mérito. Ese día, el sagaz editor Jules Hetzel había decidido publicarle el manuscrito de Cinco semanas en globo que le abriría las puertas al éxito y la fama.
Cuéntenos, ¿cómo Julio Verne nos reveló el misterio del Rayo Verde?
– Verne period un romántico, pero sus obras también tenían el propósito de divulgar los conocimientos científicos de su época. Así que en esta novela, casi “rosa”, una bella joven recorre las costas de Escocia para ver el rayo verde, ese fugaz fulgor del sol, de un verde maravilloso, al ocultarse en el último instante tras un límpido horizonte marino. Conforme a una antigua tradición, quien logra verlo no se equivoca en cosas del sentimiento y ve claramente en su corazón y en el de los demás. Pero también Verne nos revela la razón científica de ese fenómeno espléndido: Aristóbulus Ursicos, joven sabihondo y prosaico, explica, para desencanto normal, que se debe a que ese colour verde sucede naturalmente al rojo del disco photo voltaic que desaparece de pronto, pero cuya impresión ha conservada nuestro ojo, porque en óptica el verde es su colour complementario. Verne, no hay duda, prefiere la primera versión. Siempre he pensado que cuando bautiza a un personaje con un nombre esdrújulo es porque disiente con él. En su novela Clovis Dardentor, Agátocles Desirandelle también es un joven insípido a quien no le gusta ni interesa viajar, la gran pasión de Verne. (Lea también: Máquina del tiempo: ficción en carne viva)
¿Cuál es la ficción de Verne que aún no se havuelto realidad?
– Menciono en mi libro Dos Voyages Extraordinaires, título que el editor Jules Hetzel dio a la serie de algo más de sesenta relatos vernianos, la novela HectorServadac que narra un viaje interplanetario a lo largo de nuestro sistema photo voltaic, y Viaje al centro de la Tierra, el recorrido del Profesor Lidenbrock y su sobrino Axel, entrando por un volcán apagado, hacia las entrañas del planeta. Creo que dentro de unas cuantas décadas se realizará la primera hazaña, al menos parcialmente. Se habla seriamente de un viaje tripulado a Marte. La segunda será imposible por razones físicas que, entre otras cosas, el tío no le mencionó a Axel: para convencerlo de que lo acompañara, le citó la hipótesis de Sir Humphrey Davy sobre el enfriamiento de la Tierra. Según este científico británico, el globo se calentó primero en el exterior yel calor fue penetrando hacia el inside, pero este se está enfriando, ya que las erupciones volcánicas son cada vez menos frecuentes. Lo que calló Lidenbrock fue mencionar la conclusión de Davy: “Si mi hipótesis es correcta, la corteza terrestre actualmente es apenas una costra muy delgada alrededor de un núcleo de materia fluida ígnea”.
Epílogo
Algo del niño que soñaba con emprender vuelos intergalácticos vive aún en Guillermo Gómez al descifrar a Verne. Comprobó que la mente deslumbrante de Verne fue influida por las Narraciones Extraordinarias de Edgar Allan Poe, en cuentos como La incomparable aventura de un tal Hans Pfaall y la Imaginaria travesía del Atlántico en globo. Al escribir su libro ha regresado feliz de un largo y prometido viaje hacia sus propios sueños.
” Fuentes www.eluniversal.com.co ”