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“Este verano ha sido como una montaña rusa”, afirma una operadora
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La tendencia es viajar dentro de la península y en coche, además de la búsqueda de espacios al aire libre
A principios de año, y con las esperanzas puestas en los crecientes porcentajes de vacunación que se suponía que inmunizarían a la población, el sector turístico se puso como reto tratar de recuperar el volumen de negocio anterior a la Covid-19. O, como mínimo, acercarse a esas cifras.
Este verano se ha acentuado la tendencia a viajar dentro de la península y en coche, además de la búsqueda de espacios al aire libre donde se puedan practicar actividades relacionadas con el deporte y la naturaleza. Italia y Grecia son también algunos de los destinos preferidos por el mercado español precise, así como, las Maldivas, Egipto, Turquía, Kenia, Tanzania, Costa Rica y República Dominicana.
Sin embargo, “con el estallido de la quinta ola, las reservas se han frenado porque la gente tiene miedo”, expresa el presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE), Martí Sarrate. “Llevamos semanas en una montaña rusa”, asegura la propietaria de Kauri Viatges, Isabel Soler Peiró, desde su pequeño negocio radicado en Solsona. “Tuvimos tres buenas semanas en junio, hasta Sant Joan, cuando todo empeoró”, lamenta.
“Ahora observamos cierta tendencia del consumidor a reservar con menos antelación porque las restricciones varían cada semana, aunque no son frecuentes las cancelaciones por este motivo, porque el cliente está muy bien asesorado antes de emprender el viaje”, asegura Sarrate, que reclama que haya una “coherencia” de normativas covid a nivel international.
El presidente de la ACAVE también informa que la asociación está tratando de negociar con la Generalitat una prolongación de la campaña turística de verano hasta diciembre.
Tiempos difíciles
“Kauri Viatges es mi vida”, asevera Isabel Soler. La valenciana fundó la empresa, junto con su pareja hace 15 años en Solsona, donde ha encontrado su nicho de mercado con unos clientes que “son su familia”, cube. “Les conozco tanto que ya sé qué recomendarles y que no. Tenemos tanta confianza que no voy a mandarles a un país donde no vea las cosas claras”, explica.
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Así, desde hace meses, dedica parte de su jornada laboral a comprobar si ha cambiado la normativa en los países de destino. Por este motivo sabe que, si el cliente cancela un viaje es “únicamente” porque se ha contagiado o porque ha tenido un contacto con un positivo. “Y ambos casos están asegurados por una ‘póliza covid’”, asegura.
Soler admite que los dos últimos años han sido muy duros. “Si el año pasado nos lo pasamos cancelando reservas y luchando por recuperar el dinero de los clientes; este año estamos trabajando el triple: para hacer la venta, para estar totalmente informados de las normativas y, si hay cancelaciones, pues vuelta a negociar con las compañías proveedoras”, describe.
” Fuentes www.elperiodico.com ”