“Prepárense, viene el salto”, advierte el capitán de la lancha. A 50 metros de nuestra embarcación una ballena franca austral asoma parte de su cabeza y luego la cola. Segundos más tarde el gigantesco animal salta no una vez, sino cuatro veces seguidas. El espectáculo genera suspiros a bordo.
El agua del mar está calma. No hay viento y el sol pega de lleno en la cara. No parece un día de invierno en la Patagonia. Estamos en Puerto Pirámides a 90 kilómetros de Puerto Madryn, Chubut realizando uno de los primeros avistajes de ballenas de la temporada, que se extiende de junio a diciembre.
Cada vez que el capitán de la embarcación divisa un cetáceo, se acerca y baja la velocidad. Sin invadirlo espera su reacción. Algunos prefieren no ser molestados, otros quieren interactuar.
El 2 de julio comenzó la temporada de avistaje de ballenas en Chubut. Foto Telam / Maxi Jonas.
“Hay que tener paciencia”, dicen los que saben mientras esperamos que algún otro ejemplar aparezca en escena en nuestra recorrida por las aguas del Golfo Nuevo, una zona rodeada de formaciones geológicas de altura.
Diez metros nos separan de otro ejemplar que asoma su cabeza y rodea el bote. Los visitantes capturan el momento con sus cámaras de fotos.
De repente se siente un movimiento brusco. La ballena golpea la lancha. “Debe ser un macho juvenil con las hormonas a tope porque no suelen tocarla. Tienen sentido de la distancia”, explica la guía Leoní Gaffet llevando calma y marcando que estos animales son sumamente amigables.
En esta época hay grupos de cópula y nacimientos. Foto Tomás Sosa.
Un lugar en el mundo
Se estima que alrededor de 1.700 ballenas llegan a las costas del Área Pure Protegida Península Valdés, un lugar que atesora los tres títulos que otorga la UNESCO: Sitio Patrimonio de la Humanidad, Sitio RAMSAR y Reserva de Biósfera.
“La ballena viene a estos golfos- Golfo Nuevo y Golfo San José- por la particularidad del tamaño, profundidad y protección que brindan. Empiezan a llegar los primeros días de mayo. Van yendo y viniendo hasta fin de año. En esta primera fase, que se extiende hasta septiembre, mayormente hay grupos de cópula y nacimientos. A partir de septiembre hay mamás con crías que son las que más tiempo permanecen en la zona. Entre fines de noviembre y diciembre empiezan a irse”, explica Gaffet.
La cabeza ocupa casi la tercera parte del cuerpo. Es difícil ver el ojo ya que lo tienen muy abajo, pero tuvimos suerte. Se distinguen manchas blancas, les dicen callosidades: son engrosamientos de piel en los que se asientan ciamidos, pequeños crustáceos que viajan con la ballena sin hacerle daño.
Las ballenas interactúan con el bote y están a centímetros de los turistas. Foto Maxi Jonas/Télam.
Se estipula que desde una lancha solo se ve el 10% del animal. Las hembras pueden llegar a medir hasta 17 metros, el macho 15 y pesan alrededor de 40 toneladas.
Cuando nadan por debajo de la embarcación es posible entender esas cifras. El agua cristalina permite verlas a la perfección. Uno se puede imaginar hasta la textura aceitosa de su piel. Estar a centímetros de uno de los mamíferos más grandes del mundo es alucinante.
Nos esforzamos al máximo para no perder detalle del present y mientras observamos a una ballena que saca parte de su cuerpo del agua, alguien cube “mirá allá” donde hay tres ballenas juntas moviéndose. Allí donde mires hay algo para ver.
Avistaje de ballenas desde las costas del Doradillo. Foto Ente de turismo de Puerto Madryn.
Las ballenas también pueden observarse desde la costa de Puerto Madryn. Sin embargo, el lugar por excelencia para verlos desde la orilla está a 15 kilómetros de la ciudad y es el Área Pure Protegida El Doradillo.
Turistas y locales llegan a la playa con equipos de mate y provisiones para pasar horas contemplando el espectáculo de las ballenas mientras cae el sol. Entre charla y comida, se escucha de fondo la respiración de los animales. Algunas sacan la cola, otras las aletas, y alguna se pasea a centímetros de la costa como si estuviera desfilando para la platea.
Casi todas están de a dos. Madre e hijo. “Este lugar es como un jardín de infantes”, cube la guía y explica que las ballenas buscan el mar calmo para enseñarle a sus crías las técnicas de nado y de respiración, ya que nacen con poca capacidad pulmonar.
Los ballenatos crecen entre 2 y 4 centímetros por día y llegan a tomar entre 100 y 200 litros de leche en 24 horas.
Mucho más que ballenas
El símbolo de Puerto Madryn son las ballenas, de eso no hay duda. Sin embargo, no son los únicos animales con los que se puede interactuar. Durante todo el año, en la Reserva Lobería de Punta Loma se hace snorkeling con lobos marinos.
Desde las costas de la ciudad se navega en lancha unos 20 minutos donde se desciende con trajes de neoprene y máscaras. Apenas uno se mete en el agua, las crías curiosas se acercan buscando atención.
Son muchos lobitos que nadan a nuestro alrededor, juguetean con nuestro cuerpo y cámaras sumergibles.
“No se saquen las máscaras porque a veces te las roban y hay que andar persiguiendo lobos para recuperarlas”, advierte el guía de la excursión.
Se los puede tocar, aunque el traje no permite sentir la textura del pelaje. Son inofensivos y parecen disfrutar de la actividad tanto como uno. No se asustan ni se alejan.
Vista panorámica desde la Reserva Pure Punta Loma, Chubut.
También se puede observar a los lobos marinos desde un mirador al que se puede llegar en una travesía en bicicleta de 30 kilómetros de ida y vuelta desde Puerto Madryn. El circuito incluye numerosas paradas para poder admirar diferentes paisajes.
Desde el imponente amanecer que tiñe el agua de mar con colores rosados y anaranjados.
En Puerto Madryn también hay excursiones para ver elefantes marinos, delfines, orcas, tonina overa y, entre septiembre y abril, pingüinos.
Circuito de bicicleta en desde Puerto Madryn. Foto Ente de turismo de Puerto Madryn.
Queda claro que los animales son los grandes protagonistas del viaje, una travesía que promete un encuentro íntimo con la naturaleza. El éxito de la visita depende de las condiciones climáticas y la voluntad de los seres vivos de hacer su magia. Sin embargo, eso mismo es su virtud. Ningún recorrido podrá ser igual al siguiente.
Entre tradiciones galesas y dinosaurios
Los expertos del turismo aconsejan a los viajeros que planifiquen programas de al menos tres días y que lo primero que hagan al llegar sea el avistaje de ballenas. Esa excursión se suspende en días muy ventosos, por lo que en caso de mal clima las personas tendrán tiempo para reprogramar la actividad.
Entonces, ¿qué se hace cuando la naturaleza no acompaña? Ir al Museo Paleontológico Egidio Feruglio y visitar Gaiman, por ejemplo.
Así luce una de las salas del Museo Paleontológico Egidio Feruglio, Trelew. Foto Ente de Turismo De Puerto Madryn.
Hay que prestar atención a la salida del aeropuerto de Trelew donde está la réplica del dinosaurio más grande del mundo, el Patagotitan Mayorum, cuyos restos fueron hallados en Chubut.
Period herbívoro, andaba en cuatro patas, tenía cuello y cola muy largos y se estima que podía alcanzar los 42 metros y un peso de 76 toneladas.
Guías especializados van comentando todo esto mientras se recorren las diferentes salas del museo paleontológico: hay exhibiciones de fósiles y réplicas en tamaño actual de animales que habitaron el planeta millones de años atrás.
Museo Paleontológico Egidio Feruglio, Trelew. Foto Ente de Turismo De Puerto Madryn.
El circuito puede continuar por Gaiman, símbolo de la comunidad galesa. Los primeros pobladores llegaron en 1865 y se instalaron cerca de la desembocadura del río Chubut.
La influencia de los inmigrantes galeses está presente en cada rincón de la ciudad, desde la arquitectura de las casas y las capillas hasta los rasgos de la gente y las costumbres que perduran en el tiempo.
Como el famoso té galés, una tradición que en verdad no es tan in style en Gales, pero sí entre la comunidad que vive en suelo argentino.
El té gales es una tradición in style entre los habitantes de Gaiman. Foto Ente de Turismo De Puerto Madryn.
Los turistas pueden visitar algunas de las casas de té para degustar sabores típicos: en ninguna mesa puede faltar la famosa torta galesa, la de crema, o alguna con manzana. El pan y los scones con manteca también son un clásico.
Según los galeses, el té se sirve con leche y siempre va antes que la infusión, ya que de lo contrario, el gusto es diferente. Y no se le agrega endulzante.
Miniguía
Cómo llegar: desde julio Aerolíneas Argentinas opera dos frecuencias semanales a Puerto Madryn. Es la primera vez que la empresa realiza de manera common la ruta. Vuela jueves y domingos desde Aeroparque.
Pasaje de ida y vuelta por persona para fines de julio, desde $ 14.696; en agosto desde $ 11.459
Otra opción es viajar a Trelew, a 70 km de Puerto Madryn. Para mediados de julio, un pasaje ida y vuelta por persona cuesta desde $ 14.516.
Dónde alojarse: Resort Tolosa, a dos cuadras del muelle de cruceros de Madryn. Ofrece diferentes categorías de habitación, desayuno y restaurante. Un cuarto estándar para dos personas, $ 5.500. A partir de agosto, $ 7.200 (www.hoteltolosa.com.ar).
Comenzó la temporada de ballenas 2021
Qué ver y dónde
Qué hacer: recorrido de todo el día por Península Valdés, observación de ballenas, lobos marinos, elefantes marinos. Cuesta $ 7.000 para mayores y $ 4.800 para menores. Incluye traslado y guía. La embarcación para el avistaje de ballenas se paga aparte: cuesta $ 5.250 (hasta el 31 de agosto) y $ 2.600 para menores de 12 años. También hay que abonar $ 650 por el ingreso al Área Pure Protegida Península Valdés (chaltentravel.com.ar). Se puede contratar solo el servicio de lancha para el avistaje (pekesosaballenas@gmail.com).
Snorkeling con lobos marinos. Se realiza todo el año y cuesta $ 8.900. La salida incluye traje de neoprene húmedo. Si se desea usar el traje seco hay que abonar $ 1.500 más. Hay descuentos por grupos (www.aquatours.com.ar).
Avistaje de ballenas desde la costa El Doradillo: free of charge
Alquiler de bicicletas: desde $ 500 la hora; $ 1.600 por el día (www.hipatagonia.com).
Museo Paleontológico Egidio Feruglio: abre todos los días de 12 a 18. Entrada common, $ 800. Jubilados, $ 400 pesos y menores de 6 años, free of charge. Pack acquainted para 4, $ 2.400; para 5, $ 3.200.
Té gales en Gaiman, $ 900 por persona. Promociones para chicos (instagram: @tygwynpatagonia).
Requisitos para ingresar a Chubut: hasta el 12 de julio inclusive, las personas deben contar con la aplicación Cuidar habilitada con un mínimo de 72 horas de antelación a la fecha de ingreso. Tener el certificado de turismo que se tramita a través de www.argentina.gob.ar/round/turismo. Obra social con cobertura en la provincia o seguro para covid-19. Tener reserva de alojamiento habilitado o declaración del domicilio donde se aloje.
Turistas que lleguen desde la provincia de Buenos Aires o Ciudad Autónoma de Buenos Aires vía aérea o transporte terrestre deben presentar un certificado de check PCR negativo realizado dentro de las 72 horas antes del ingreso. A partir del 12 de julio también se puede viajar con el de antígenos.
Quedan exceptuadas las personas que ingresen por vía terrestre en vehículos particulares. Menores de 10 años que viajen acompañados de un mayor de edad. Quienes al ingresar al territorio provenientes de la provincia de Buenos Aires o la Ciudad Autónoma puedan acreditar que salieron de Chubut dentro de las 72 horas anteriores a la de su reingreso.
Dónde informarse: Cámara de Turismo de la provincia de Chubut en Twitter, @CatChubut; www.madryn.journey; chubutpatagonia.gob.ar; www.aavytpv.com.ar
” Fuentes www.clarin.com ”