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Los barcos veleros están más de moda que nunca. El viento, desde tiempos inmemoriables, ha sido la fuerza que ha empujado las embarcaciones hasta que los primeros barcos de vapor hicieron acto de presencia. España logró conquistar medio mundo gracias en gran parte a estas embarcaciones de vela que vuelven como una alternativa o complemento a los motores a combustión más ecológicos que nunca.
Debido a esto último, no es extraño ver cómo algunos proyectos de la ingeniería más puntera siguen ese mismo concepto de usar el viento como mejor método de propulsión. Lo pudimos ver hace unos meses cuando dos españoles nos contaron cómo la navegación a vela será el futuro de los grandes buques mercantes. A otra escala, pero con el mismo espíritu, se encuentra la última creación del diseñador de barcos Steve Kozloff.
A través de The Galleon (El Galeón, en español) une el lujo más extremo con las tecnologías de propulsión a vela más modernas a través de cuatro mástiles y un diseño que bien podría protagonizar cualquier película de ciencia ficción.
El Galeón más lujoso
Ni los capitanes de los galeones más famosos se habrían imaginado que varios siglos después alguien se iba a inspirar en sus barcos para crear un crucero de superlujo. Kozloff no ha escatimado en recursos para su diseño -de momento tan solo por ordenador- y ha dejado volar su imaginación aprovechando los 160 metros de eslora y las 8 cubiertas de las que dispone.
“The Galleon tiene la habilidad y flexibilidad para ser un crucero con capacidad para 200 pasajeros, un barco de vela con 20 residencias o un enorme yate privado para un solo dueño“, según lo describen en la página internet. Al ser una embarcación tan grande, aproximarse a la costa puede acarrear algunos problemas de encalle así que se han instalado toda una serie de garajes en la planta inferior.
En ellos hay espacio para seis lanchas rápidas, cuatro minisubmarinos, seis embarcaciones grandes y 21 embarcaciones personales. “Cada garaje incluye un sistema de lanzamiento y recuperación sin esfuerzo para los barcos”, apuntan. Y también un novedoso sistema de recuperación de los minisubmarinos.
Como comentamos, la movilidad más allá de la proporcionada por el propio The Galleon se ha tenido muy en cuenta y, al ser un diseño futurista, dispondrá de todo lo necesario para operar aeronaves VTOL. Este concepto de avión, con capacidad para despegar y aterrizar verticalmente, está viviendo un auge gracias en parte a la movilidad eléctrica -muchos de ellos funcionan con baterías- y a toda la tecnología relacionada con el vuelo autónomo.
Las aeronaves VTOL y los helicópteros cuentan con una zona de aterrizaje en la parte inferior de la popa de The Galleon. Donde también se incluye un hangar de 420 metros cuadrados con capacidad para 10 aparatos y todo lo necesario para realizar labores de mantenimiento. Y todavía con espacio suficiente para que pueda aterriza una aeronave additional de un invitado.
Piscinas y canchas deportivas
Claro que tanto espacio da lugar a disponer de todo tipo de comodidades a bordo. Algunas de ellas más propias de hoteles en tierra firme que de los cruceros turísticos o superyates –como el de Abramovich– que estamos acostumbrados a ver.
En la cubierta superior nos encontramos con una completísima área de descanso que incluye un bar y una piscina de 22 por 10 metros. Un piso por debajo del puente de mandos hay una segunda piscina, esta vez cubierta y climatizada para los días en los que la meteorología no acompaña. Cerrando el apartado acuático, en las cubiertas superiores de la proa hay un par de piscinas más conectadas por toboganes.
Una vez dentro del The Galleon, nos encontramos con unas instalaciones deportivas de primer orden. Una cancha de baloncesto con medidas oficiales, otra de tenis y cuatro de balonmano. A las que hay que sumar las zonas comunes donde el dueño puede emplazar parques, cafeterías, pubs, restaurantes y cualquier otra instalación que se le ocurra.
En resto de especificaciones técnicas se completan con una velocidad de crucero de 10 nudos (18 kilómetros por hora), una autonomía de 18.500 kilómetros y una capacidad de flamable de 350 toneladas. Las cuales alimentarán a cinco motores diésel – eléctricos con una potencia whole de 10.000 caballos.
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” Fuentes www.elespanol.com ”