Renfe estrenará el día 14 el famoso “bypass” de Conxo, cerca de Compostela, un intercambiador que permite comunicar la vía del Eje Atlántico con la línea AVE Coruña-Santiago-Ourense sin tener que pasar ni parar en la estación de la capital gallega, en lo que parece un experimento para cuando a finales de este año se ponga en marcha el AVE. El intercambiador hará posible ir desde Vigo a Ourense en torno a 85 minutos, frente a los 95 que hacen falta ahora, un ahorro mínimo. El tren saldrá de la estación de Vigo-Urzaiz sobre las ocho de la mañana rumbo a Madrid, adonde llegaría 5 horas y 10 minutos más tarde, media hora sobre el mejor viaje precise (5 horas y 40 minutos). Será también la primera vez que la terminal central viguesa servirá para largos recorridos: hasta ahora solo se utiliza para los viajes entre Vigo y Coruña por el denominado eje atlántico. El viaje se realizará en un Alvia, unidad capaz de viajar a más de 200 kilómetros por hora y que en principio será la que la compañía ferroviaria utilizará para la línea AVE al menos hasta que en 2022 pueda entrar en servicio el modelo llamado Avril. Las cinco horas y 10 minutos supondrá una reducción muy importante sobre el tren más rápido precise, que parte a las siete de la mañana de Guixar y llega a la capital de España 5 horas y 40 minutos después. La clave del descenso de tiempo está en que el Alvia que sale de Urzaiz solo hará paradas en Pontevedra y Ourense, y más tarde en Zamora. Es decir, que el Alvia por la vieja línea del Miño tarda prácticamente lo mismo, aunque tiene más paradas. El uso de bypass evita entrar en la terminal compostelana. Renfe pondrá un tren directo diario con este horario. La buena noticia es la reducción del tiempo de viaje a Madrid; la mala, la confirmación de que el recorrido por Santiago va a ser la opción preferente, mientras que el Miño será residual, con horarios imposibles por una vía obsoleta y sin mejorar. Renfe también ofrece a los viguses viajes a Madrid que obligan a trasbordo en Santiago, espera y cambio de tren. n
” Fuentes www.atlantico.net ”