Cada vez más mexicanos con posibilidades económicas viajan a Estados Unidos para vacunarse contra la COVID-19. Incluso, las agencias de viajes han empezado a ofrecer paquetes específicos para el llamado “turismo de vacunas”.
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Desde que empezó la vacunación masiva en Estados Unidos, varios mexicanos, la mayoría con permiso de residencia, empezaron a vacunarse en el país vecino. En el último mes, ante la caída en la demanda interna, cada vez es más fácil que cualquier turista extranjero obtenga una dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Esta práctica en ningún momento ha estado prohibida o restringida por el gobierno federal. Desde que comenzó la vacunación, el Centro de Management de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) estipuló que los estados period responsables de decidir cómo manejaban las vacunas que recibían.
Esto derivó en que algunos estados llenaran el proceso de restricciones (como vacunar solo con cita previa y mostrando una prueba de residencia), mientras que otros tuvieran requerimientos laxos, como Texas.
Desde hace varias semanas se ha popularizado el “turismo de vacunas” hacia los estados de Texas y Nevada, en cuyos casos las agencias de viajes ofrecen paquetes ex profeso. A estos estados se han añadido, Florida, que retiró la prueba de residencia, y Nueva York, donde se estipuló que los turistas puedan ser vacunados en puestos móviles ubicados en sitios turísticos como Instances Sq. o Central Park, sin costo alguno.
Caída en la demanda de vacunas
No pocos estados han quitado requerimientos debido a la caída en la demanda de vacunas. A diferencia de México, en Estados Unidos los grupos antivacunas cuentan con considerables niveles de popularidad. Además, la vacuna y la estrategia gubernamental contra la pandemia fue politizada desde el gobierno de Trump y así ha continuado bajo el mando Joe Biden.
Estos factores han influido en que una parte de la población rechace vacunarse. Mientras algunos estados luchan para convencer a su población de que acepte la vacuna, otros ni siquiera han arrancado con éxito sus programas de vacunación, como lo son los estados de Alabama, Georgia y Mississippi.
Esto pone en entredicho que Estados Unidos alcance con prontitud la codiciada “inmunidad de rebaño”. Para que la vacunación pueda contener la pandemia de COVID-19 es indispensable que el 75% o más de la población se inocule.
Ante la reticencia de un sector de la población, y con cerca de un tercio de las vacunas sin utilizar, muchos estados han encontrado en la vacunación una oportunidad para apuntalar la industria turística. Esta política también ha permitido que muchos migrantes indocumentados también accedan a la vacuna.
” Fuentes noticieros.televisa.com ”