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Después de casi un año de encierro, es justo que la familia y, sobre todo los niños, cambien de aires y disfruten de la naturaleza cerca de la Ciudad de México. Este sería un gran regalo del Día del Niño para disfrutar el ‘mero’ día o un poco después.
Recuerda que, para evitar contagios, lo mejor es viajar únicamente con quienes vives. Ya habrá mejores tiempos para invitar a los primos, amigos o vecinos.
Sin más preámbulos, estas son nuestras recomendaciones con una gran variedad de actividades a cielo abierto.
Debido a la pandemia, muchos sitios aún tienen acceso limitado, así que quizá debas esperar unos días más para que haya espacio disponible.
Consulta los horarios y las medidas de bioseguridad que asigna cada lugar, porque pueden cambiar de un momento a otro, según lo indiquen las autoridades de cada estado. Reserva con anticipación, en línea o por teléfono. Así no te llevarás sorpresas desagradables y quizá puedas ahorrar algo de dinero.
Malikualli, Estado de México
Cortesía Complejo Ecoturístico Malikualli
A ver qué te parece este plan: llegar un viernes por la tarde, cabalgar para ver pinturas rupestres, hacer glamping en un domo geodésico, jugar juegos de mesa y admirar las estrellas antes de dormir. A la mañana siguiente puedes lanzarte de una tirolesa de 200 metros de largo (atrévete a lanzarte de cabeza), mientras los niños participan en un taller de marionetas con un artesano; después, hay un picnic en familia y la búsqueda de un tesoro en el que conocerán varias especies de animales y de árboles de la región; asen bombones en una fogata durante la cena y vean una película en una cueva. El domingo, luego de desayunar, pueden tomar un taller de tallado en madera.
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Todo esto ofrece el complejo ecoturístico Malikualli, en el Pueblo Mágico de Malinalco, a unas dos horas de Ciudad de México. Hay buena señal de celular, pero no WiFi.
Este pueblo del Estado de México está a un kilómetro de distancia del centro ecoturístico. Pueden visitarlo en familia, ya sea caminando, en bici eléctrica o en cuatrimoto.
Además, del glamping, también hay tiendas de campaña. El desayuno está incluido, pero el complejo tiene alianzas con restaurantes locales que llevan la comida hasta donde estés, incluida la carne para el asador.
Hace calor, especialmente en primavera y verano, así que no olvides llevar bloqueador photo voltaic, traje de baño, lentes, sombrero, gorra y ropa cómoda. Los precios varían según las experiencias y el tipo de alojamiento que escojas. Tel. (722) 149 1623 y malikualli.com
Hacienda Panoaya, Estado de México
Cortesía
Al pie de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl se encuentra Hacienda Panoaya, en Amecameca, también en Estado de México. Es un parque temático y de diversiones con tirolesa, paseos en tractor o en lancha, renta de bicicletas y triciclos y canchas de voleibol y futbol. Cuenta con un área de picnic y un restaurante tipo buffet, y hasta dispone de brincolines.
El principal atractivo de esta hacienda del siglo XVII (hogar de Sor Juana Inés de la Cruz cuando period niña; de hecho, el casco es un museo dedicado a ella) es un laberinto estilo inglés: todo un reto de 1.4 kilómetros de recorrido dentro de sus casi cinco mil metros cuadrados de extensión, enmarcados por muros de cedros que no dejan ver lo que hay afuera. Si no puedes salir del laberinto, no te preocupes, siempre habrá alguien que te ayudará.
Puedes acampar o dormir en su resort spa. Ahí mismo se encuentra el Parque de los Venados Acariciables. Tel. 597 978 5050 FB: @LaHaciendaPanoaya
Capital Stream Bike Park, Querétaro
Istock
Si a tu familia le gusta andar en bici, en el Pueblo Mágico de Amealco disfrutarán Capital Stream Bike Park, pionero en el concepto de bike park acquainted, multinivel y multimodal, pues es apto para el entrenamiento de niños con bici de stability (sin pedales) y para profesionales. Hay rampas, airbags, rutas de montaña, un área de tenting y restaurante al aire libre. Abre fines de semana. Desde la CDMX son casi tres horas de camino.
FB/IG: @Capitalflowmx
Parque Guanajuato Bicentenario
Cortesía
Sí, ya se extinguieron. Pero a 20 minutos de la capital de Guanajuato (en el municipio de Silao), se encuentra el Parque Guanajuato Bicentenario que, hasta el 9 mayo, presenta el Parque Jurásico Bicentenaurio: un recorrido al aire libre por un laberinto para contemplar dinosaurios robóticos a gran escala. Este lugar está un poco más lejos de Ciudad de México (a unas cuatro horas de la CDMX y a una hora y media de San Miguel de Allende) que las recomendaciones anteriores pero, para encontrar dinosaurios, vale la pena viajar un poco más, ¿no?
La entrada al parque cuesta 35 pesos para adultos y 15 para niños menores de 1.20 metros de estatura. El acceso a la experiencia de dinosaurios es de 25 pesos. ¡No olvides reservar! pgbicentenario.com
Exhacienda de Chautla, Puebla
Cortesía
El paquete para las actividades cuesta entre 199 y 249 pesos; los niños menores de tres años no pagan entrada. La noche en el resort cuesta entre 970 y 2,860 pesos por habitación.
¿Te gustan los castillos? ¡En Puebla, hay uno! A unos 90 minutos de la Ciudad de México, está la Exhacienda de Chautla, con un pequeño castillo inglés del siglo XIX, al centro de un lago synthetic. Uno de sus dueños fue el joyero inglés Tomás Gillow, por lo que también se le conoce como “Castillo de Gillow”. Está rodeado por un bosque y tiene senderos para caminar, una capilla y un museo, además de un restaurante especializado en platillos tradicionales de la cocina del estado. Se puede pescar y acampar; también cuenta con cómodas cabañas para pasar la noche. Además, es pet pleasant.
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La noche en las cabañas cuesta desde 1,500 pesos; la pesca, desde 120 pesos por persona; y la cuota para acampar es de 65 pesos por noche. La exhacienda está a una hora y media de CDMX, aproximadamente. @ExHaciendaDeChautlaPuebla
” Fuentes www.eluniversal.com.mx ”