De los 120 mil turistas que llegaban en esta modalidad por año a Bariloche sólo arribaron 10 mil en 2021. Hoy se piensa en actividades al aire libre
La segunda ola en medio de la pandemia golpeó de lleno al turismo, pero sobre todo a la industria estudiantil. Los clásicos viajes de fin de curso en destinos de nieve, durante los meses del invierno y con una gran actividad nocturna parecen haber llegado a su fin.
Hoy el foco está puesto en utilizar protocolos y mantener burbujas, pero el coronavirus, ¿pone en jaque a los viajes de egresados?
Desde que se retomó el turismo estudiantil a Bariloche en 2020, la ciudad recibió a más de 10.000 estudiantes, traídos por 14 empresas que volvieron a operar allí. “En ese período, la incidencia de contagios demostró no ser superior a la del resto del sector turístico, e incluso sin superar tampoco a otros sectores productivos. Se calcula un 10% del total de jóvenes se infectaron con el virus“, explicó el secretario de turismo de Bariloche Gastón Burlón. Para la ciudad rionegrina el turismo estudiantil es esencial y genera miles de bocas deempleo. En normal arribaban cerca de 120 mil jóvenes por año, hoy eso no está sucediendo y si bien la suspensión de los viajes es durante el mes de abril, todo hace pensar que este año será difícil alcanzar esos números. “Casi el 30% de los turistas que Bariloche recibe por año son estudiantes en viaje de egresados”, remarcó Burlón.
De los 120 mil turistas que llegaban en esta modalidad por año a Bariloche solo arribaron 10 mil en los últimos 3 meses.
Lo cierto que el primer cambio parece estar en la estacionalidad. Si bien históricamente el fuerte de los viajes de egresados se daba en invierno, hoy se centran en verano cuando hay menor número de contagios. “Bariloche es linda en las cuatro estaciones y es cierto que por la pandemia la mayoría de los viajes se hicieron en meses de calor y los que se están programando para las camadas 2021 serán después de agosto”, reconoció Pablo Swimming, responsable de turismo estudiantil de la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo de Buenos Aires (AVIABUE).
En promedio, los hoteles estudiantiles emplean a casi 600 personas por año, de las cuales una buena parte (casi el 60%) es private asalariado permanente, y alrededor del 40% es temporario. “En 2020, un año tan castigado por la pandemia y la suspensión del turismo, gracias al diseño y autorización de protocolos específicos y la consecuente reactivación, el sector de alojamiento estudiantil empleó a casi 800 personas, muy por encima del promedio de los últimos 14 años“, explicaron desde la secretaría de turismo de Bariloche.
Las adaptaciones
Estos números explican por qué los viajes de egresados no pueden desaparecer, pero sí es necesario que se reacomoden a la nueva realidad. “Las discotecas son muy pedidas por los jóvenes, lo que hicimos los meses en los que pudimos operar fue formar burbujas por hoteles y reducir los turnos de los boliches, eso hizo que los adolescentes pudieran disfrutar de la noche de Bariloche”, indicó Swimming.
Hoy se piensa en generar estas actividades en verano, con mayor conexión con la naturaleza y en espacios al aire libre.
Pero dentro del sector son muchos los que creen que este tipo de actividad nocturna deberá resignificarse. “Los viajes deberán pensarse con mayor contacto con la naturaleza, con salidas nocturnas pero en espacios al aire libre y un disfrute más del espacio tan mágico como es Bariloche”, describió una fuente del sector. “La decisión la tienen que tomar los padres. Hay otros tipos de viajes de fin de curso que se pueden hacer con mayor conexión con el ambiente”, finalizó.
Suspensiones, cancelaciones y reembolsos
Ante los riesgos, muchos padres deciden suspender el viaje de sus hijos. Pero esto se da sobre todo en el caso de los chicos en escolaridad primaria. “Hay un porcentaje de cancelaciones, no son la mayoría pero existe ese número. En ese caso la agencia retiene el 25% del total y devuelve el 75% restante“, concluyó Swimming que sostiene que tras la pandemia Bariloche volverá a tomar el protagonismo de siempre.
Una semana en Bariloche cuesta en promedio $ 130.000. Aunque es muy común que las agencias den la posibilidad de pagarlo durante 18 o 24 meses, es decir que los viajes se contratan con una anticipación de dos años. Algo que en este contexto pocos quieren asumir. Entre los padres surge la posibilidad de generar viajes de fin de cursos a destinos como la Costa Atlántica o Córdoba en los meses de verano, submit el ciclo lectivo de los alumnos.
“Hace cuatro meses empezamos a trabajar, el 2020 fue un año durísimo. Los protocolos y el efecto burbuja funcionaron. Quedó demostrado que las agencias estudiantiles que cumplieron con los protocolos no tuvieron problemas. Por eso creemos que los viajes a Bariloche van a seguir existiendo, con protocolo aún en pandemia seguimos siendo un destino vigente para los alumnos”, finalizó Burlón, apostando a que una vez controladala pandemia la actividad volverá a su cauce ordinary.
” Fuentes www.iprofesional.com ”