Roma, una capital generalmente al borde del colapso urbano, parece de repente a punto de recomponerse.
Pronto abrirá sus puertas en el centro de la ciudad un hotel Bulgari, junto con otros alojamientos de marcas prestigiosas que prometen una revitalización del lujo en la zona de By way of Veneto.
La capital de Italia espera ser sede de la Expo Common 2030, un premio potencialmente transformador que podría mejorar la infraestructura y ayudar a que se rediseñen los accidentados barrios del este de la ciudad, aun cuando incluso ahora exudan energía.
Se trate de palacios suntuosos o de restaurantes nuevos deseosos de liberarse del yugo de la pasta a la carbonara, Roma parece ansiosa por dejar de dormirse en sus marchitos laureles.
Viernes
15.00: Recibí la bienvenida del Papa.
Lo primero que hace el papa Francisco después de cada visita al exterior es detenerse en Santa Maria Maggiore, una de las cuatro basílicas papales de Roma, para expresar su gratitud por su viaje seguro de regreso a casa.
Vos también podés recibir una bienvenida fulgurante, empezando quizá por los mosaicos medievales dorados del ábside de la iglesia que representan la vida y la coronación de la Virgen María.
En el piso superior, al que se accede mediante una breve visita guiada, se encuentra la Loggia de la Bendición y su obra maestra oculta: mosaicos relucientes del siglo XIII que ilustran la fundación de la iglesia. La entrada es gratuita, pero el acceso a la loggia y al museo cuesta 9 euros, unos 9,25 dólares.
16.30: Hacé una pausa para disfrutar de la repostería.
Caminá cinco minutos por By way of Merulana hasta la Pasticceria Regoli, una de las mejores pastelerías de la ciudad. La familia Regoli elabora bollos de crema y masas (de 2 a 7 euros).
Con un poco de suerte, aún pueden quedar maritozzi con panna, unos pancitos romanos rellenos de crema fresca que eran los que se comía para el desayuno en Roma antes de que el cornetto (una pálida imitación italiana del croissant, o de la medialuna) se extendiera como una plaga de margarina por toda la ciudad.
17: Contemplá los remeros.
La colección privada de arte moderno y contemporáneo de la Fundación Cerasi, creada hace casi una década por un destacado matrimonio romano, se encuentra en el hermoso Palazzo Merulana, en la zona de Esquilino, famosa por su excelente mercado multicultural. Su plaza central se ha limpiado y hay parques infantiles y cafés nuevos.
Pero fue la incorporación de la colección en 2018 lo que anunció la llegada del barrio. Los pisos del palacio están repletos de piezas de arte italiano de principios del siglo XX impresionantes: retratos de Scipione, remeros melancólicos de Giuseppe Capogrossi, un forzudo de Giacomo Balla y chicos acróbatas muy expresivos de Antonio Donghi.
La planta baja y el jardín de esculturas funcionan también como uno de los cafés más refinados de la ciudad (entrada, 10 euros).
18.30: Ve “personas conocidas”.
Cuando cae la tarde, cobra vida Casadante. Este cavernoso bar y restaurante es el ancla de la animada escena de los aperitivos, cócteles y Aperol Spritz (véase la plaga de cornettos más arriba) de Esquilino.
Es un lugar distendido, lleno de residentes locales, gente de la industria cinematográfica italiana y otras personas que se deleitan con una pinza romana (pizza alargada de estilo romano) o un tartar (cócteles, alrededor de 12 euros; cena, unos 40 euros).
Hay otras posibilidades cerca: Salotto Caronte, un cóctel bar instalado como un dwelling, y Gatsby, cóctel bar también, luminoso y elegante, en la Piazza Vittorio bordeada de arcadas.
20.30: Una cena encantadora
Rocco, lejos de los trajinados adoquines de Monti, te da el gusto de las viejas trattorias romanas, con mano segura y fresca. Los rigatoni con ragú son cosa seria y las costillas de cordero dan justo en la tecla. La carta de vinos es honesta y accesible. Y lo más importante, el sabio diseño inside de Rocco captura perfecto el ambiente indicado en una ciudad que a menudo parece ajena a eso.
Las sillas de madera sobre el balcone terrazza, los manteles blancos, los platos con el nombre del restaurante inscripto y las paredes cubiertas de pizarras y recuerdos enmarcados mejoran cada bocado. (La cena cuesta unos 50 euros.)
Sábado
10: Encontrá una joya escondida
Roma es una ciudad de secretos.
Detrás de fachadas destartaladas se esconden extensos jardines y palacios resplandecientes. El Palazzo Colonna bien puede ser el mejor conservado y más asombroso de todos. Las habitaciones rebosan arte y los apartamentos privados de la princesa Isabella desbordan tesoros.
El private políglota te hablará de la habitación en la que estuvo Miguel Ángel, de la princesa aburrida que tomó el pasadizo secreto (visitable) cuando se escapó vestida de hombre, de los muy raros mármoles antiguos y del reloj del insomnio del siglo XVIII. Los nobles de la familia Colonna no sólo frecuentan el lugar, sino que viven en él.
En una visita reciente me encontré con Don Próspero Colonna di Paliano, Príncipe de Avella, asegurándose de que todo funcionara correctamente (entrada, 15 euros; a los apartamentos, 25 euros).
13.30: Andá a la región de Fellini
“Todos esos son hoteles nuevos”, contaba un gerente desde la azotea del resort W recién inaugurado, señalando las grúas de construcción cercanas.
Los alrededores son conocidos por la By way of Veneto que aparece en la película de Federico Fellini La Dolce Vita de 1960. En las últimas décadas, el barrio se convirtió en tierra de nadie. Ahora, cadenas de lujo como Nobu y Rosewood están insuflándole a esa zona el glamour perdido hace tiempo y además buenos restaurantes.
Giano, del chef siciliano Ciccio Sultano, el restaurante del W, está regiamente equipado con vasos y jarros Fornasetti y sirve platos sicilianos de primera clase, a la altura de sus precios de primera clase.
El pacchero fuori norma es una maravillosa versión del clásico de berenjena, mientras que el spaghetto taratatà con bottarga de atún rojo y pan rallado crocante es de lo mejor que he comido en la ciudad. (Almuerzo para dos, alrededor de 120 euros.)
15.30: Comprá en las boutiques romanas
Dentro del W hay una boutique satélite de Chez Dede, elegante marca francoitaliana de moda y diseño de interiores que cada vez adquiere más visibilidad.
Pero es mejor visitar la casa insignia de la firma en By way of di Monserrato, calle donde convergen las mejores boutiques de Roma, la mayoría de las cuales abren a última hora de la tarde.
El negocio de la diseñadora y joyera Delfina Delettrez, que pertenece a la familia de la casa de modas Fendi y es famosa por su característico motivo de labios y sus perlas, está justo al ultimate de la cuadra, al igual que el del fabricante de coloridos bolsos y carteras de lujo Maison Halaby.
Si buscás boutiques más accesibles, acercate a Officine Pink para encontrar elegancia casual, zapatos en Solodue y ropa para niños en Tipimini.
18.30: Mirá y que te miren.
¿A tomar la leche? Después de haberse extinguido básicamente, las antiguas latterias -lecherías- de Roma están reconvirtiéndose en vibrantes lugares de cócteles o vinos naturales.
Cerca de Campo de Fiori, la plaza festiva repleta de pubs terribles y tragos con spritz, la Antica Latteria (Vicolo del Gallo, 4) mantiene su nombre pero ahora sirve champagne y cócteles que están atrayendo a la multitud que disfruta con ‘mirar y que te miren’ routine del Camponeschi, bar fellinesco situado al otro lado de la impresionante Piazza Farnese (cócteles, en torno a los 12 euros).
20.30: Cená en el sitio óptimo.
La mayor parte de la escena gastronómica de Roma le reza a la trinidad de las salsas carbonara, amatriciana y gricia. Hay lugares maravillosos de la vieja escuela -Da Cesare para platos clásicos y la Gensola en Trastevere para el pescado rara vez fallan- y Dogma tiene un cálido equipo de personas que preparan cosas inventivas sobre su parrilla en San Giovanni.
Sin embargo, es difícil encontrar el sitio óptimo que mix ubicación céntrica, público internacional y cocina creativa.
Por suerte está Marzapane, cerca de la Piazza del Popolo, con sus conchiglioni o fideos de concha grande, con salsa de carne zuppa forte, servida por private que te aconseja maridajes con vinos naturales en un espléndido comedor moderno. (menú degustación de cinco platos cuesta 70 euros por persona y es obligatorio para grupos de más de cuatro; por 95 euros conseguís asiento en la mesa del chef.)
Domingo
9: Desayuná con una pastelería espectacular.
El Viale Aventino, un bulevar sombreado que conecta el corazón de la Roma antigua con el vibrante barrio de Testaccio, cruza a lo largo el Monte Aventino, jalonado de residencias elegantes y apacibles. A mitad de esta arteria se halla uno de los mejores lugares de café y pastelería de la ciudad: Casa Manfredi.
Allí, los mignons del tamaño de un bocado de la repostera jefa Giorgia Proia resplandecen bajo el vidrio junto a espléndidas tortas de tres sweets y frambuesas. El café, de primera calidad, está libre por completo del típico acabado romano, a menudo quemado (los mignons cuestan 1,50 euros cada uno y las tortas chicas unos 35 euros).
10.30: Retrocedé en el tiempo
James Joyce escribió una vez “Roma me recuerda a un hombre que vive mostrándoles a los viajeros el cadáver de su abuela”. Pero ahora la ciudad trata de insuflarles algo de vida a sus huesos viejos recurriendo a la realidad digital.
Algunos intentos son rebuscados -el tour en bus con RV es como viajar dentro de un sótano con paneles de pantallas planas-, pero la visita a pie con RV mejorada (12 euros) por el Circo Máximo, otrora estadio épico que hoy es un campo oval, da la mejor sensación de lo que alguna vez llegó a ser, con obeliscos erguidos, el palacio Palatino que asoma y cuadrigas que corren y chocan.
13: Almorzá en el mercado
Desde hace ya años, el mercado de San Teodoro, administrado por Campagna Amica, una fundación que promueve la agricultura italiana, ha plantado un animado mercado ecológico en el límite del Circo Máximo.
Recorré uno de los mayores mercados verdes de Roma e improvisá un almuerzo entre carniceros y vendedores de quesos de primera calidad, o simplemente llegate al patio trasero, donde los puestos ofrecen platos de pastas frescas, carnes asadas, pollo, verduras frescas, sopas y cervezas y vinos artesanales.
Paradas clave
El Palazzo Merulana alberga la impresionante colección de arte del siglo XX de la Fundación Cerasi.
Rocco ofrece platos de trattoria (rigatoni con ragú, costillas de cordero) en el centro de la ciudad.
El Circo Máximo, antaño lleno de cuadrigas de carreras, cobra vida a través de una visita enriquecida mediante realidad digital.
Dónde comer
- La Pasticceria Regoli lleva más de 100 años elaborando bollos de crema y pastelería.
- Giano, en el nuevo resort W Rome, sirve platos sicilianos de primera clase.
- Marzapane es célebre por sus fideos conchiglioni con salsa de carne zuppa forte, servidos en un bello comedor moderno.
Casa Manfredi ofrece masas diminutas y tortas magníficas.
Dónde alojarse
- El resort W Rome, cerca del parque Villa Borghese, dispone de 162 habitaciones en dos palacios del siglo XIX. Cuenta con baños de mármol, cortinas de terciopelo y un lounge con tragaluz de techo. Habitaciones dobles desde 600 euros, o aproximadamente 625 dólares.
- Donna Camilla Savelli, en un tranquilo rincón de Trastevere, dispone de 78 habitaciones en un monasterio barroco con gran escalera, un amplio patio jardín y mucho encanto del Viejo Mundo. Habitaciones desde alrededor de 180 euros.
- Genertor es un hostel elegante con bar completo y 75 habitaciones compartidas y privadas cerca de la estación de tren Termini. Cuartos desde unos 45 euros.
- Para alquileres de corta duración, buscá en el vívido barrio renacentista de los alrededores de Campo de’ Fiori.
The New York Instances
Traducción: Román García Azcárate
” Fuentes news.google.com ”