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El colegio profesional Coptur denuncia que el sector está “arruinado”, reclama más recursos para las empresas y alargar los ertes todo el 2021
Unos 300 profesionales del sector turístico han cortado este domingo por la tarde el Passeig de Gràcia de Barcelona para exigir a la Administración más ayudas (y que lleguen más rápido) y así poder aguantar hasta que la campaña de vacunación haga su efecto y puedan volver a trabajar. “Estamos arruinados, muchas empresas han tenido que cerrar. Necesitamos más ayudas”, ha denunciado Anna Sánchez, vicepresidenta del colegio profesional Coptur, la entidad convocante del acto.
La protesta ha consistido en una concentración estática por el Passeig de Gràcia barcelonés, dividida en tramos entre Diagonal y la calle Aragón. Los convocantes han juntado a empresarios, trabajadores y autónomos de agencias de viajes, guías turísticos, alojamientos o restauración; entre otros, para exigir a las administraciones “que no nos criminalicen” y “que se pongan de acuerdo” para hacer llegar nuevas transferencias para dar oxígeno al sector hasta la reactivación del turismo internacional.
Anna y Tania son dos guías turísticas acreditadas. La empresa para la que trabajan, Barcelona Information Bureau, cerró este pasado mes de abril y ellas –junto a 50 compañeras más- pasaron del erte al ere. Estas dos profesionales llevaban años realizando visitas guiadas de grupos por la Sagrada Familia, el Park Güell, Montserrat o Figueres; entre otros. Este domingo están concentradas en frente de la Pedrera, otro edificio que han enseñado a algunos de los millones de turistas que hasta antes del covid poblaban Barcelona. “La cosa está muy mal, algunas compañeras se han hecho autónomas y están haciendo rutas locales o visitas virtuales. Otras se han reconvertido y dan clases”, explica Anna.
Esperando el regreso del visitante extranjero
Varias bandas de batucadas han amenizado la concentración, en una jornada que los convocantes han planteado como “festiva” y “acquainted” y que ha contado con unos 300 asistentes, según la Guardia Urbana. Las aceras de Passeig de Gràcia, otrora repletas para estas fechas de turistas, estaban poco concurridas este domingo. Algún visitante extranjero period delatado por su mirada de fascinación hacia los iconos modernistas o por la colección de bolsas de ropa de lujo. Mientras suenan los tambores y la música pop por los altavoces, un vecino de la zona se sienta en un banco, abre una bolsa de patatas y dando por bueno el hilo musical las devora tranquilamente. Es possible que cuando vuelvan los turistas no encuentre hueco vacío en ese mismo banco.
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José Manuel sí espera con fruición a que esos millones de visitantes extranjeros vuelvan a la capital catalana. Es propietario desde hace ocho años de una empresa de gestión de pisos turísticos y cuenta que “sobrevive como puede”, tirando de los ahorros que hizo con los años de bonanza precovid. “Las reservas empiezan a moverse un poco, soy optimista con el verano. Pero tengo claro que este no será como el del 2019”, cuenta. Con tres trabajadores en erte, este empresario confía en que las vacunas avancen y el pasaporte sanitario vuelva a llenarle las reservas de sus apartamentos. “El verano pasado facture el 20% que un verano regular. Es muy difícil que el turista nacional venga a Barcelona masivamente”, afirma.
Las vacunas son el gran maná que espera el sector para empezar a reactivarse. Actualmente, según los últimos datos actualizados por la Seguridad Social, alrededor de la mitad de los trabajadores de este sector tan transversal está en erte. El 61,1% de empleados del gremio de agencias de viaje están en suspensión, así como el 47,5% de los de alojamientos o el 40,7% del sector aéreo. Como pronto desde Coptur reclaman prorrogar estas ayudas todo lo que dure el año. Y un rescate de ayudas públicas para dar oxígeno al sector mientras la movilidad de personas y visitantes se estabilice de nuevo.
” Fuentes www.elperiodico.com ”