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Cuando se reactive la industria turística, se deberán cumplir normatividades específicas de sanidad e higiene para generar confianza en los visitantes y con ello ir recuperando el flujo de turistas.

 A A pesar de las adversidades, el ayuntamiento de Puerto Morelos ha cumplido con todas sus responsabilidades de la mano del Gobierno del Estado, y hoy ya prepara el regreso a la nueva normalidad, de manera escalonada y con protocolos de sanidad estrictos, señaló la alcaldesa Laura Fernández Piña. “Hemos logrado mantener bajos niveles de contagio de Covid-19 en el municipio, incluso hay que destacar que al día de hoy no tenemos casos positivos”.

Cuando se reactive la industria turística, indicó, se deberán cumplir normatividades específicas de sanidad e higiene para generar confianza en los visitantes y con ello ir recuperando el flujo de turistas. “Nos estamos preparando como destinos turísticos para volver a abrir las puertas de una manera diferente en la que nadie puede fallar”, indicó en una videoconferencia con la Red Mundial de Jóvenes Políticos en la que expuso los retos que se enfrentan como autoridad ante la actual emergencia sanitaria del Covid-19.  
 En lo que se convirtió en una amena charla con integrantes de la Red Mundial de Jóvenes Políticos, la presidenta municipal subrayó que los gobiernos del mundo entero, de todos los órdenes, enfrentan una contingencia para la que no estaban preparados, en primera instancia en materia de salud y por otro lado en el tema económico. 
 “En el caso específico de Puerto Morelos, que es el municipio más joven de Quintana Roo y uno de los más jóvenes del país, con un manejo de finanzas sanas con cero deuda, sufrió un duro golpe, porque con la emergencia sanitaria se cayó la recaudación en su totalidad y en ella, hay que mencionarlo, está cimentada la operatividad del ayuntamiento”, comentó. 
La funcionaria detalló a los integrantes de la Red que su administración tenía frente a sí el mayor de los retos que es gobernar en medio de una crisis de tal magnitud, en la que el motor de la economía local, que es el turismo, se desplomó en su totalidad con la suspensión de actividades, además de que también se cayó la industria de la construcción que genera miles de empleos al año en la localidad, y muchos otros sectores productivos. 
 “El panorama por el que atravesamos autoridades y sociedad en general ha sido muy desolador, en el que la incertidumbre ha hecho su aparición. Sin empleo, sin recursos y sin la garantía de cuánto tiempo duraría la emergencia, había que poner en marcha estrategias bien definidas, para garantizar los servicios públicos municipales y atender frentes como el de los incendios y el del sargazo que no podemos descuidar, así como poner en marcha medidas de prevención estrictas para mantener a la gente en casa, a fin de contener el coronavirus y luchar contra la desinformación”, comentó. 
Asimismo, reiteró que con cero recaudación se tenían que garantizar los servicios públicos, mantener la planta laboral, armar un programa alimentario para apoyar a todas las familias del municipio, sin excepción, brindar atención médica de calidad en los dispensarios, dotar al personal del ayuntamiento de equipamiento para protegerlo del Covid-19, en fin, “seguir operando pero sin los recursos que nosotros mismos nos generábamos”.