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Ante el desperdicio anual de 167 millones de toneladas de alimentos en América del Norte, se hace necesario promover espacios de siembra autosustentable.

Tanto la crisis económica experimentada a principos del 2020 y la contingencia de confinamiento por la pandemia del Covid 19, han hecho que países y comunidades del continente americano revivan la actividad comercial del trueque, la cual ha retomado fuerza como una acción solidaria ante la emergencia sanitaria que se vive actualmente.

Muchas personas de los estados de Xalapa, Estado de México, San Luis Potosí e incluso localidades de los países de Bolivia y Venzuela se han visto en la necesidad de buscar nuevas alternativas que les ayuden a abastecerse de alimentos y artículos de primera necesidad, intercambiando desde un kilo de arroz, frijol o cualquier producto de la canasta básica por un ramo de flores, artículos de limpieza, semillas, sopas, ropa y hasta libros. La premisa es simple, lo que no necesitas, le sirve a alguien más y viceversa.

El trueque es un sistema comercial que se realizaba desde épocas antiguas, y comunidades étnicas de Chiapas, Morelos, Oaxaca, Hidalgo y Michoacán la conservan como una forma de preservar costumbres y tradiciones convirtiéndose en un estilo de comercio justo, solidario y hasta  ecológico, ya que las personas de escasos recursos pueden intercambiar productos por artículos perecederos para alimentarse ellos y a sus familias.

Incluso funcionarios gubernamentales y jefes de Estado de países como Rusia, Malasia, Vietnam y Marruecos revelan que negocian convenios intergubernamentales o de trueque para importar bienes que van desde arroz hasta aceite vegetal. En palabras de Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos de la Organización de Naciones Unidas, expresa que “estas negociaciones se han realizado debido a que han enfrentado “dificultades” para obtener crédito en la adquisición de alimentos”.

En nuestro país la Central de Abastos suministra mercancías a más de 20 millones de habitantes diariamente para 24 estados de la República Mexicana, de acuerdo con el Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abastos de la Ciudad de México (FICEDA); y el eventual cierre del 60% de los locales -debido al incremento de casos de contagio por el Coronavirus- ha implicado que en algunas tiendas de abarrotes se empiece a notar la falta de algunos productos de la canasta básica.

Ante este panorama, y reconociendo en la voz de los expertos que estas situaciones de confinamiento serán cada vez más frecuentes, Fundación Xochitla comparte las opciones que desde casa se pueden implementar al colocar un huerto, que al replicarse entre vecinos de distintas comunidades puede convertirse en un sistema comercial de trueque y una alternativa real para el consumo personal y familiar.

Poniendo manos a la obra se podrá iniciar en el jardín de casa o en un área del departamento un huerto Biointensivo que tenga por características las indicaciones de los expertos de Xochitla:

 Localizar suelo sano y bien alimentado que no contenga rocas o utilizar huacales o cajones conocidos como almácigos para comenzar la siembra.

 Orientar la siembra de norte a sur, para que reciba la mayor cantidad de luz posible.

 En espacios reducidos se recomienda que la siembra reciba el sol por espacio de 4 horas y se faciliten las corrientes de aire. Los vegetales recomendados para estos casos son: lechugas, rábanos, cilantro y acelgas.

 Al sembrar en jardín es importante situar la siembra junto a una cerca o al lado de algunos árboles para protegerla de vientos fuertes y de corrientes de agua.

 El tomillo, la mejorana, la hierbabuena, la menta, el romero, la albahaca etc., por su olor repelen insectos y plagas, además de mejorar el sabor de algunas hortalizas, se recomienda colocar alrededor.

 Se sugiere comprar semilla certificada en puntos de producción de hortalizas orgánicas con la finalidad de que la siembra sea de calidad.

Establecer un huerto ya sea en el departamento o el jardín de casa, debiera ser visto más que como una actividad de pasatiempo en época de la pandemia, como una actividad sustentable que sin duda alguna ayudará a proporcionar una mejor alimentación para toda la familia.

Fundación Xochitla cuenta con el Centro de Educación Ambiental Xochitla (CECA), el cual tiene la constancia de acreditación con certificado de calidad -que es el nivel más alto- por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a través del Centro de Educación y Cultura Ambiental para el Desarrollo Sustentable, por lo cual invita a que la familia participe en la creación de su propio huerto Biointensivo.

“Y toda vez que el confinamiento por la situación actual termine, Xochitla Parque Ecológico los recibirá para que se inscriban en la diversidad de cursos de capacitación que están relacionados con el manejo de las áreas verdes urbanas como: jardinería, manejo de arbolado urbano, elaboración de composta, manejo integrado de plagas y enfermedades, creación de huertos biointensivos” comentó el Lic. Gabriel Gutiérrez, vocero de Fundación Xochitla.