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Las personas y el medio ambiente antes de las ganancias: La economía para el bien común

El movimiento Economía para el bien común fue fundado en 2010 por el periodista austríaco Cristianan Felber y ahora tiene miembros en todo el mundo. Su objetivo es crear una alternativa a la economía de mercado capitalista: el dinero y los mercados deben servir a la gente y no al revés. En lugar de solo el crecimiento económico, el objetivo es aumentar constantemente el bien común. El bienestar de las personas puede volver a moverse más hacia el centro de la actividad económica.

La Economía del Bien Común (ECG) se basa en valores como la honestidad, la cooperación, la solidaridad, el aprecio y la confianza. Las empresas se apoyan mutuamente en lugar de competir entre sí. Por lo tanto, el éxito ya no se mide por el beneficio financiero, sino por los objetivos que se establece una empresa. Esto podría incluir, por ejemplo, la satisfacción de los empleados y las oportunidades de participación, una cooperación justa con los proveedores o la inversión sostenible de las ganancias. El sistema de puntos del equilibrio del bien común permite que las empresas y los productos se vuelvan transparentes y se comparen más fácilmente entre sí.

Recién llegado con grandes ambiciones en la región de Havelland

El Landgut Stober en Groß Behnitz ha sido parte de la Economía del Bien Común desde 2018 y el hotel logró la nueva entrada más alta en la certificación del Bien Común con 690 puntos. "Esto confirma una vez más que el hotel de la conferencia asume una responsabilidad especial por la reestructuración social, ecológica y económica de la sociedad", dice el propietario Michael Stober. El Landgut Stober ha sido una finca modelo agrícola desde 1866 y ya practicaba la responsabilidad social corporativa en ese momento. Esta tradición ha continuado activamente desde la compra de la ruina demolida en 2000.

Basado en la visión de Christian Felber, el fundador de Economía para el bien común, el Landgut Stober representa hoy una nueva comunidad económica y de valor. Esta visión se implementa consistentemente en el Landgut Stober y, por lo tanto, se otorga una gran importancia a la organización ecológica, humana, solidaria y justa de la empresa.

Esto se puede ver, por ejemplo, en el manejo transparente de las ganancias de la compañía, una porción fija de la cual se dona a instituciones de caridad y se reinvierte. Los empleados también reciben mejores beneficios sociales y salarios más altos. Otra parte se utiliza para reembolsos especiales de préstamos y luego solo la parte restante va al propietario, quien asume todo el riesgo empresarial y financiero. En Landgut Stober, el enfoque no está en la maximización de ganancias, sino en el sentido de propósito de la empresa.

Las personas y la naturaleza en el centro de la actividad.

En el Biohotel Grafenast en Austria, el enfoque también se centra en las personas y la naturaleza. La gestión empresarial sostenible ha sido un tema central de la familia fundadora Unterlechner durante muchos años. En cooperación con otros dos bio-hoteles tirolés y un mentor de negocios, la familia, después de más de 80 horas de análisis y trabajo, ha podido producir su primer informe de Bien Común para el año comercial 2015/2016 y ha evaluado el hotel.

Han sucedido muchas cosas desde entonces, ¡pero el Biohotel Grafenast también tiene muchos planes! Están trabajando para mejorar la gestión de la relación con los proveedores, para integrar el entorno operativo en el proceso del balance general del bien común y para hacer que los resultados del balance sean más transparentes para los invitados.

Un hotel sostenible en beneficio de todos.

El hotel ecológico familiar Gut Nisdorf también mide su equilibrio del bien común y su contribución al bien común de una sociedad democrática. Para la pareja propietaria, Jürg Gloor y Sabine Stange, el objetivo es trabajar de forma sostenible y en beneficio de todos. "Desarrollar un balance general para el bien común es una excelente manera de pensar sobre todos los aspectos del negocio de una manera detallada y específica", dice Sabine Stange. En cuatro reuniones muy intensas, los dos y otros tres hoteles orgánicos en Mecklemburgo-Pomerania Occidental y Brandeburgo elaboraron la matriz para cada uno de los negocios.

"Cambia mucho la forma en que pensamos y actuamos. Todo se cuestiona. ¿Lo que compro y hago es justo, ecológico y sostenible?" Sabine explica el proceso. "Llega tan lejos que si no hay una solución o producto justificable, el proyecto no se lleva a cabo en absoluto. También compramos deliberadamente a compañías que también tienen un balance de ECG. Con esto, sabemos que las compañías están actuando correctamente y se alinean con nuestros intereses. No podemos imaginar una forma diferente de pensar. El aspecto financiero ya no está en primer plano, pero es importante cómo nos sentimos yo y mi entorno acerca de mis acciones”.