Una Semana Santa inédita en Israel

Las medidas tomadas por el gobierno de Israel para combatir la expansión del COVID-19 incluyen el cierre de iglesias, sinagogas y mezquitas además de prohibir la celebración de eventos religiosos para prevenir el riesgo de contagio.

A través de la tecnología se puede hacer una visita guiada por la ciudad antigua de Jerusalén y la Vía Dolorosa, la ruta seguida por peregrinos de todas partes del mundo que conmemora el recorrido que hizo Jesús desde el momento en que fue sentenciado hasta su crucifixión en el Gólgota.

Es en la antigua Jerusalén donde se encuentra la Vía Dolorosa, la calle principal por donde Jesús transitó, hace más de dos mil años, cargando la cruz después de ser arrestado y juzgado por Poncio Pilatos. Esta bulliciosa calle de edificios históricos, con puestos comerciales y tramos escalonados, es uno de los principales atractivos de los peregrinos, quienes buscan seguir los pasos de Jesús. Un recorrido por las 14 estaciones del Viacrucis que comienza en la puerta de los Leones, cerca de la antigua fortaleza Antonia hasta la Basílica del Santo Sepulcro, lo que era el Monte Gólgota.

Pavimentada en varias ocasiones, las autoridades han intentado conservar lo más fiel posible al trazo original de la Vía Dolorosa y utilizado para ello las piedras originales que se encontraron bajo la superficie.

Hoy, lo que llama la atención del trayecto son la cantidad de lugares históricos por los que discurre, como el lugar donde estuvo preso Jesús, el lugar donde Simón cargó la cruz de Jesús para ayudarle o donde una mujer le limpió el sudor de su frente. Es el llamado Camino de la Cruz, ese que tan religiosamente es seguido por multitud de personas todos los Viernes Santos recordando uno de los momentos más importantes del Cristianismo.

Gracias a la tecnología, se puede hacer un recorrido virtual por la Vía Dolorosa además de adentrarse por las calles antiguas de Jerusalén:

www.vr-tours360.com/tours/?refcat=&ref=course&s=israel

www.youtube.com/watch?v=GTshKXeBdHs

www.youtube.com/watch?v=qOs-CTTUKnE

Semana Santa por las 14 Estaciones

I - II ESTACIÓN. La condena y flagelación

Comienzan en las inmediaciones del lugar donde se erigía la Torre Antonia en el que hoy es el complejo de la Iglesia de la Flagelación, la Iglesia de la Condena y el Convento de las Hermanas de Sion o Ecce Homo en memoria de las palabras pronunciadas por Poncio Pilato, mientras mostraba a Jesucristo al pueblo. Fue el lugar donde se produjo el juicio a Jesús, quien posteriormente fue condenado por el pueblo mientras liberaban a Barrabás. Tras estos sucesos, Jesús fue azotado y se le puso una corona de espinas tejida por los soldados.  La Iglesia de la Flagelación es un edificio erigido por los Cruzados y que ahora es regido por los Franciscanos. La Iglesia de la Condenación fue donde Jesús fue obligado a cargar la cruz y en donde incluso se puede contemplar vestigios del antiguo suelo de una calzada romana original.

III ESTACIÓN. Primera caída

En la animada esquina de Al-Wad llena de comercios y por donde confluyen los habitantes y visitantes de los 4 barrios de Jerusalén, se encuentra una pequeña capilla perteneciente a la Iglesia Católica Armenia. Data del siglo XIX y fue renovada completamente durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí se recuerda la primera caída de Jesús en su camino a la crucifixión y así lo deja entrever las imágenes y símbolos pictóricos del interior.

IV ESTACIÓN. El encuentro de Jesús con su madre

Oratorio Armenio Católico que data de 1881 y conmemora el encuentro entre Jesús y su madre María. Un espacio muy íntimo tomando en cuenta en que se ubica en uno de los puntos más bulliciosos de la antigua Jerusalén.

V ESTACIÓN. Simón el Cirineo ayuda a Jesús

Subiendo sobre la calle de al-Wad se ubica el lugar que retrata el encuentro entre Jesús y Simón el Cirineo, quien lo  ayudó al cargar la pesada cruz desde este punto hasta el Monte Gólgota, lugar donde fue crucificado. Incluso en la pared de una construcción se ve una marca que muchos peregrinos creen que es la mano apoyada del propio Jesús y que es frotada por fieles de todas partes del mundo.

VI ESTACIÓN. Verónica seca la cara de Jesús

A mitad de camino de la Vía Dolorosa se ubica una Iglesia perteneciente a la orden de los  Griegos Católicos que guarda la memoria del encuentro entre Jesús y Verónica cuya tumba se encuentra en su interior. La tradición cuenta que Verónica limpió el rostro de Jesús con un pañuelo de seda quedando las facciones de su rostro grabadas. En este punto del camino donde se deja atrás el Barrio Musulmán para llegar al Barrio Cristiano.

VII ESTACIÓN. Segunda caída

Es una de las principales zonas comerciales de la Ciudad Vieja de Jerusalén, pero también es el lugar donde Jesús cayó por segunda vez. Así lo conmemora una pequeña capilla con una puerta de grabados rojos. Es este lugar también se marca los límites de la ciudad hace dos mil años, punto en donde se salía de Jerusalén para ir rumbo a la colina del Calvario y que hace más firme la creencia que efectivamente el Santo Sepulcro está exactamente en el lugar donde murió Jesús.

VIII ESTACIÓN. Jesús consuela a las mujeres

En los exteriores de este monasterio Griego Ortodoxo es donde Jesucristo se encontró a las piadosas mujeres a las que les pidió que llorasen por sus hijos y por ellas, no por él. Una cruz ennegrecida en la pared marca el lugar exacto.

IX ESTACIÓN. Tercera caída

Hay que dejar las calles bulliciosas del bazar de Jerusalén para subir unas escaleras siguiendo el camino alrededor de la Iglesia Copta de Santa Helena, madre de Constantino. Helena descubrió en el siglo IV, una enorme cisterna en este lugar y decidió proveer de su agua para beber en la construcción del centro religioso cristiano.

Desde este punto, las Estaciones restantes se encuentran agrupadas en un mismo punto. Se puede acceder por el Monasterio Etíope, una de las comunidades que mayor presencia tiene desde tiempos de la reina de Saba y del Rey Salomón y así lo manifiesta el león que adorna su puerta, una conmemoración de la bandera con la efigie de un león de Judá que le entregó el Rey a la Reina cuando visitó Jerusalén.

X-XIV ESTACIONES. El Templo del Santo Sepulcro

Dentro de la basílica Cristiana más importante del mundo, se encuentran las últimas estaciones, donde Jesús fue despojado de sus vestiduras (X Estación), donde es clavado en la cruz (XI Estación), donde muere (XII Estación), donde es bajado de la cruz (XIII Estación) y donde Jesús es puesto en el sepulcro del que posteriormente resucitará (XIV Estación).

La Iglesia de Santo Sepulcro es el centro de peregrinaje del cristianismo más importante desde el siglo IV, objeto de deseo de Cruzados y congregación de sedes del Patriarca Ortodoxo o Patriarcado Latino. Todas las edificaciones que forman un todo están divididas en posesiones de Griegos, Latinos, Armenios, Sirianos y Coptos.

-La Piedra de la Unción

La XIII Estación es donde fue ungido el cuerpo de Jesús antes de ser sepultado, y el aljibe donde fue encontrada la cruz siglos más tarde. Esta roca que el peregrino frota con fervor, es una losa pulida de color rosáceo ornamentada con lámparas de aceite que recuerda el momento en el que el cuerpo de Jesús fue bajado de la cruz y recogido por los brazos de María.

-La antigua Colina del Calvario.

Ahora un templo, en la zona más central se encuentra una piedra marcada con un disco de plata cuyo agujero ubicó la cruz de Jesús donde murió, constituyéndose como la XII Estación.

La iglesia cuenta con un deambulatorio que conducen a diferentes capillas como la de Santa Elena que se accede bajando por unas escaleras hasta un modesto altar. Se dice que una revelación celestial llevó a Helena a peregrinar a Tierra Santa para desenterrar la cruz del lugar donde había sido escondida.

La zona común del deambulatorio conduce a través del Arco de la Virgen y la Capilla de la Magdalena a una enorme rotonda con un enorme habitáculo.

  -El Santo Sepulcro

Es el lugar donde fue enterrado Jesús y conmemora la XIV Estación. Está rodeada por los Arcos Bizantinos y Cruzados bañadas por la luz solar que entra a través de una enorme cúpula. La estructura guarda el lugar sagrado que descubrió Santa Elena en su peregrinaje, un hueco en la roca tapado con una gran piedra propiedad de José de Arimatea.

Este tabernáculo rectangular de 8x6 metros sustituye los antiguos edículos del emperador Constantino en el siglo XI y el de 1808, y guarda en su interior la tumba de Jesús.

En el interior de la estructura, la tumba resulta bastante pequeña. Entrar en el edículo lleva por un primer vestíbulo, la Capilla del Ángel, donde Jesús se reveló a las Santas mujeres que había resucitado. Por otra puertecita todavía más pequeña, se llega a una sala pequeña, custodiada también por un religioso, con una lápida de mármol con sencillos ornamentos y velas. La tumba de Jesús.